Esencia deportiva en formato compacto. La fórmula del éxito que acompaña al Volkswagen Polo GTI desde 1998 se renueva una vez más ahondando en sus virtudes: mayor potencia, comportamiento dinámico, diseño atractivo y todavía más tecnología.
Es una actualización del modelo presentado a finales de 2017 que, además, bebe de las novedades que ya estrenó el Volkswagen Polo convencional cuando se dio a conocer el pasado mes de abril. Sus rivales más directos son el Ford Fiesta ST y el Hyundai i20 N.
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Los cambios de diseño se concentran en el frontal y la zaga. Los faros delanteros son Matrix LED IQ.Light, la parrilla luce una franja roja (color que se repite en las pinzas de freno), el paragolpes cuenta con una gran toma de aire con trama hexagonal y los pilotos traseros estrenan diseño e integran los intermitentes dinámicos. Además, las llantas de aleación de serie son de 17 pulgadas, y opcionalmente pueden ser de 18. Volkswagen ofrece una paleta de cinco colores, tres de los cuales pueden combinarse con el Roof Pack, que añade el techo en negro.
El interior resulta bastante llamativo por el tono rojo de las molduras que cubren todo el salpicadero, pero la marca da la opción de reemplazarlo por otro más discreto. El volante de cuero tiene levas, el freno de mano está forrado en el mismo material y la tapicería de los asientos es de tela y luce el patrón Clark, característico de los GTI y que combina rayas grises oscuras, grises claras y rojas con cuadros negros.
Siendo la versión tope de gama, su equipamiento tecnológico es de lo más completo, con un cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas y el sistema multimedia Ready2Discover con pantalla de 8 pulgadas, que puede reemplazarse por el Discover Pro acompañado de una de 9,2. Ambos son compatibles por bluetooth con Android Auto y Apple CarPlay.
El renovado Volkswagen Polo GTI evoluciona el motor 2.0 TSI que ya montaba, que pasa de los 200 a los 207 CV y entrega además 320 Nm. Se combina en exclusiva con un sistema de tracción delantera con bloqueo de diferencial de serie y con un cambio automático DSG de doble embrague y siete relaciones. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos (dos décimas más rápido que antes) y tiene una velocidad punta de 240 km/h.
Su comportamiento dinámico se beneficia de la altura rebajada de la carrocería (-15 milímetros) y puede montar de manera opcional el tren de rodaje ‘Sport Select’, que instala amortiguadores de dureza variable. Además, el selector de modos de conducción varía la respuesta de la dirección, transmisión y caja de cambios.
Por lo que respecta a la seguridad, el Volkswagen Polo GTI dispone de numerosos asistentes que se integran en el IQ.Drive Travel Assist, un sistema de conducción semiautónoma que actúa a velocidades de hasta 210 km/h. En la dotación cuenta con control de crucero adaptativo, sistema de mantenimiento de carril, asistente de frenada de emergencia y sistema de aparcamiento asistido, entre otras tecnologías.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.