Durante décadas, ya desde los años 60, Volvo ha sido una referencia indiscutible de la seguridad automovilística y su evolución constante. Un papel precursor que la marca sueca pretende asumir en siglo XXI con la descarbonización de la movilidad, una estrategia ya conocida y que el consejero delegado de la marca en España, José María Galofré, ha querido reafirmar al cierre del presente ejercicio.
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Tres son los pilares en los que Volvo apuntala su actividad en todo el mundo: el crecimiento sostenible, la electrificación de su gama y tener el cliente en el centro de todo. La primera de las cuestiones se conseguirá este año en el mercado español, ya que, incluso en una coyuntura tan poco propicia, su penetración en las ventas llegará (a falta de los datos correspondientes al presente mes de diciembre) al 1,7% del total, frente al 1,65% registrado en 2021, lo que se traduce en unas 15.000 unidades.
Más importante incluso que estos datos resultan para Volvo las tecnologías por las que apuestan sus clientes. Sólo el 3% de sus matriculaciones corresponden ya a coches diésel (en el mercado suponen un 20%), mientras que los motores híbridos enchufables representan nada menos que el 25% de sus ventas, que son un 8% entre las marcas premium con las que compite o solo un 4% en el cómputo general.
Galofré explica las causas para este fenómeno atípico en España: “Demostramos a los clientes que un híbrido enchufable es más barato que un diésel cuando se compra con una fórmula de rénting, cada vez más habitual en nuestro país. Básicamente porque el valor futuro de recompra que se otorga a un PHEV o un eléctrico puro es muy superior, porque es evidente que los motores de combustión tendrán una demanda inferior en el futuro. Así que por ello es posible obtener cuotas mensuales más accesibles por una menor depreciación”.
Camino hacia la neutralidad
La estrategia propuesta por Hakan Samuelsson, el consejero delegado de la compañía, pasa por alcanzar la neutralidad de emisiones en todas sus actividades en 2040. Ya en 2025 el objetivo es reducir su huella de CO2 en el 40% y aspiran conseguirlo aplicando políticas comerciales tan estrictas como la que explica Galofré: “Ponemos un sobreprecio a nuestros modelos de combustión para obligarnos a vender más electrificados. Nuestro objetivo no es vender coches eléctricos, es no perjudicar al planeta”.
Una determinación que incluye, por supuesto, al proceso de fabricación y la selección de materiales. Volvo será la primera marca que utilice acero producido con energía renovable, no procedente de combustibles fósiles. Será así gracias a su acuerdo con el fabricante sueco SSAB y espera que el lanzamiento de modelos con este acero se inicie en serie en 2026.
La comercialización del producto ocupa otro lugar destacado en esta descarbonización de la actividad. Según los datos ofrecidos por Galofré, el 60% de la red de concesionarios de la marca en España ya utiliza exclusivamente energías renovables: “No tiene por qué resultar más caro disponer de estas fuentes, es solo cuestión de negociar con las eléctricas”.
Rentabilidad basada en el servicio
La rentabilidad de los concesionarios de Volvo en España será este año del 2,1%, dos décimas porcentuales menos que en el ejercicio anterior. Un resultado satisfactorio y por encima de la media del sector, además de en línea con la última década de la marca en este país: sólo resultó negativa en 2012.
El secreto del éxito, en opinión del directivo, se basa en la atención al cliente y en su retención en la postventa, gracias a un programa de mantenimiento predictivo que se puso en marcha en España de forma experimental y ha gozado de una enorme aceptación.
“Queremos que la experiencia del cliente de Volvo sea la mejor posible. Para ello utilizamos un modelo predictivo en base al histórico de mantenimiento de los vehículos, que permite planificar y personalizar para el usuario sus citas con el taller. Desde la central tenemos acceso directo a las agendas de 100 talleres en todo el país, así que anotamos las citas necesarias que más convengan a cada cliente y en el lugar de su elección. El 80% de las intervenciones requiere de menos de una hora, así que agilizamos el proceso para hacerlo más eficaz para ambas partes”, detalla Galofré.
En esta misma línea, Volvo apuesta por la transparencia en la relación con sus clientes, en cualquier momento de la misma. Empezando por la adquisición, ahora tan afectada por la crisis de los semiconductores y la carencia de unidades disponibles, como relata su consejero delegado en España: “Nuestra relación con el comprador se basa en la confianza y en la transparencia. Queremos resolver sus necesidades de movilidad, ayudarle en todo lo posible para que se sienta satisfecho”.
Y lo concreta: “Si un coche va a tardar en llegar, se lo decimos e intentamos buscar juntos una solución. Con anterioridad, teníamos almacenados vehículos para dos o tres meses, mientras que ahora hay solo para mes y medio. Es una realidad que no podemos ocultar, se trata de un problema global y lo que nosotros pretendemos es que nuestros clientes sean conscientes de ello, porque además lo agradecen y lo merecen”.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.