China se está convirtiendo en un importante productor de coches eléctricos. Muchas de sus marcas nacionales han lanzado modelos sin emisiones y algunos gigantes de la industria, como BYD, logran una proyección muy superior. Sobre todo si se trata de un rival para uno de los eléctricos más populares del mercado: el BYD Seal nace para competir directamente contra el Tesla Model 3.
Es una berlina de 4,8 metros de largo, 1,87 metros de ancho y 1,46 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,92 metros. Esto anticipa un habitáculo con mucho espacio para los pasajeros, pero por el momento no se han mostrado imágenes de su interior.
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Sí se ha podido apreciar, meses después del anuncio del vehículo, cómo es su diseño exterior. Con un frontal muy bajo, prescinde de parrilla, marca una clara línea ascendente de cintura y en la zaga los pilotos ocupan todo el ancho del coche. Además, el BYD Seal tiene unas delgadas salidas de aire tras las ruedas traseras y el paragolpes está formado casi al completo por un difusor.
Tres versiones para el BYD Seal
La berlina eléctrica contará con tres versiones. La de acceso es de tracción trasera y monta un único motor de 204 CV de potencia (150 kW), y la intermedia replica la misma configuración, pero con un bloque de 313 CV (230 kW).
La que cierra la gama por arriba es la única variante con tracción integral, pues monta un bloque de 218 CV en el eje delantero (160 kW) y uno de 313 CV (230 kW) en el trasero, consiguiendo una potencia conjunta de 531 CV.
Todas ellas varían en peso. La primera es la más liviana, con 1.885 kilos, que suben hasta 2.015 kilos en la segunda y alcanzan los 2.150 en la última.
La marca no ha hecho mención alguna a la batería del BYD Seal, pero algunas informaciones previas hablaban de un alcance de hasta 700 kilómetros. El lanzamiento oficial del modelo chino sin emisiones tendrá lugar en abril, cuando se revelará su precio oficial de partida, que rondará los 31.500 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.