¿Cuánto dinero hay que ganar al año para comprarse un coche eléctrico?

En lo que va de año, con datos hasta septiembre, en España se han vendido 36.843 coches eléctricos, con una cuota de mercado del 5,2%. El despegue de la movilidad sin emisiones es constante pero lento, y esto ocurre, en buena medida, por el nivel de renta y el diseño de las ayudas públicas, que se suman a las dudas en torno a la propia tecnología (por la autonomía de algunos modelos) y la infraestructura de recarga. 

Son los dos factores principales que detecta el informe eReadiness 2023 de la consultora PwC, que ha preguntado a más de 12.500 consumidores de 18 mercados europeos y norteamericanos. Entre ellos, hay propietarios de coches sin emisiones, futuros compradores y lo que el análisis denomina escépticos. 

Respecto a los primeros (un 6% de los encuestados), este es el perfil que dibuja el informe: son propietarios de 43 años (mujeres y hombres en un porcentaje similar) que viven en ciudades, con aparcamiento privado en casa y, por encima de todo, con un alto poder adquisitivo.

El estudio señala, en concreto, unos ingresos medios brutos anuales de 91.000 euros en la veintena de mercados estudiados. La cifra queda muy por encima del salario medio por trabajador en España: 25.896 euros, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (2021).

Ayudas para comprar coches eléctricos

A pesar de sus elevados ingresos, seis de cada 10 reconocen haber aprovechado alguna ayuda pública para comprar su coche. En general, según el estudio, “están satisfechos con sus vehículos eléctricos”, pero reconocen tres problemas fundamentales: los largos tiempos de carga, la falta de puntos públicos de recarga y la autonomía limitada de los coches. Tienen Recorren con su coche una media de 23 kilómetros diarios y lo cambian cada seis años. 

Los datos son peores para el resto de grupos que aparecen en el informe. Aquellos que prevén comprar un eléctrico en los próximos cinco años (un 62% de los entrevistados) declaran un unos ingresos brutos anuales de 74.000 euros, su edad promedio es de 42 años (un 53% hombres y un 47% mujeres) y cambian de coche cada ocho años. Recorren 28 kilómetros diarios.

El resto de los encuestados, un 32%, forman el grupo de los escépticos. Aseguran, dice el informe, “no tener intención alguna de hacerse con un coche eléctrico en los próximos cinco años”. Su edad es superior, 49 años, y su poder adquisitivo no es tan alto: 49.000 euros brutos de media. Como consecuencia, cambian el coche cada 9,8 años. 

Respecto a los coches eléctricos, recelan del tiempo de vida de las baterías y les frenan tanto los tiempos de carga como el alcance limitado de los vehículos, además, por supuesto, del precio superior en comparación con los automóviles de combustión.

La renta de las familias en España

“La menor renta disponible de las familias en España respecto a otros mercados es una de las principales explicaciones de la falta de empuje de las matriculaciones, muy por debajo de la media de la UE y de los principales países europeos. Una situación que está todavía más presionada por el actual contexto inflacionista y el endurecimiento de las condiciones de financiación”, reflexiona Manuel Díaz, socio responsable de automoción en PwC.

El eReadiness 2023 incluye también un índice que analiza el desarrollo de la electromovilidad en 18 mercados a partir de 14 indicadores agrupados en cuatro grandes dimensiones: ayudas públicas, infraestructuras, la situación de la oferta y la situación de la demanda.

España, con un índice de madurez de 2,2 puntos sobre cinco, se mantiene en el grupo de países donde el mercado de la movilidad eléctrica está menos desarrollado, junto con Italia, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Polonia y Australia. 

Diferencias con las ayudas de Portugal

Por su parte, Hong Kong, Noruega y China son los mercados punteros. La situación de España llama la atención a los autores del estudio, porque se trata de uno de los mercados con un mayor número de ayudas e incentivos públicos. “Esta paradoja tiene que ver con la complejidad y la dificultad para recibir las ayudas.

En la mayoría de los casos, estamos hablando de un sistema de concesión de ayudas poco eficiente, en el que estas llegan mucho después de la adquisición del vehículo y que están vinculadas, en muchos casos, a desgravación en el impuesto sobre la renta”, explica Manuel Díaz.