Ariel es uno de esos fabricantes minoritarios, con producciones anuales muy bajas, pero que mantiene vivo el enfoque de los coches como diversión. Atom primero y Nomad después, aplicaron esa filosofía a asfalto y campo, respectivamente. Ahora, adaptándose a los tiempos actuales, el segundo se presenta también en formato de cero emisiones: Ariel E-Nomad.
Aunque su parecido con el modelo de combustión es claro, esta variante tiene un estilo propio claramente marcado, que pasa por una figura más estilizada debido a una mayor presencia de paneles de carrocería. Esto, sumado a las dos antenas que hay sobre la cabina, le confiere cierto aire a un coche de radiocontrol.
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El cambio más importante es, lógicamente, pasar del motor térmico suministrado por Ford que emplea el Ariel Nomad 2, a un sistema de propulsión 100% eléctrico. Cuenta con un bloque de 286 CV y 490 Nm que manda toda la fuerza al eje trasero mediante un diferencial de deslizamiento limitado.
Un aspecto que preocupa en un modelo de este enfoque es cuánto va a elevar su peso el hecho de montar una mecánica eléctrica. En este aspecto, la compañía ha hecho todo lo posible por contener el engorde al mínimo.
El conjunto del sistema de propulsión solo pesa 92 kilos. La batería, de 41 kWh de capacidad y que le otorga 240 kilómetros de autonomía, supone 300 kilos. Así, el vehículo pesa en total 896 kilos, lo que hace que siga siendo muy ligero.
Gracias a ello sus prestaciones son similares a las del modelo térmico, completando el sprint de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.
Un prototipo que llegará a producción
Simon Saunders, director de Ariel, ha declarado: “Si bien el E-Nomad es un prototipo, muestra la intención de producción del vehículo y sugiere solo una pequeña parte del futuro de Ariel. Una vez que haya pasado por nuestro habitual y agotador régimen de pruebas, podríamos optar por agregar el E-Nomad junto con su hermano Nomad 2, por lo que estaremos muy interesados en los comentarios de los clientes sobre el concept car”.
Los rumores apuntan a que la versión de producción podría ver la luz en 2026 y que su precio sería mayor que la del Nomad equipado con motor de combustión, llegando a superar los 100.000 dólares.
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