A día de hoy, en Estados Unidos, Tesla tiene una cuota de mercado del 55% que, aunque ha disminuido en los últimos años frente a sus competidores, (79,4% en 2020), sigue manteniendo una posición dominante. Según diversos analistas, la capacidad de Tesla para mantener los costes bajos y su ingeniería avanzada le otorgan una ventaja competitiva que otros fabricantes aún no alcanzan, especialmente si el gobierno acaba eliminando, como estaba previsto desde la campaña electoral, los subsidios a los vehículos eléctricos.
En este escenario, la polémica sigue rodeando a Tesla y a su presidente ejecutivo, Elon Musk, tras las acusaciones de no pagar apenas impuestos en Estados Unidos. Senadores como Elizabeth Warren han levantado la voz, exigiendo respuestas sobre los beneficios fiscales de la compañía. Un informe del Instituto de Política Fiscal y Económica señala que Tesla solo pagó 48 millones de dólares en impuestos federales durante los últimos tres años, a pesar de reportar ganancias de 10.800 millones de dólares en territorio estadounidense.
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El informe no acusa a Tesla de actividades ilegales, sino de aprovechar las exenciones fiscales y deducciones diseñadas por el Congreso para fomentar la investigación, el desarrollo y la inversión, especialmente en energías verdes. Lo más curioso es que a las exenciones fiscales a las que se acoge la empresa, no son actuales ni implementadas por la administración Trump, sino que vienen desde el mandato de Joe Biden.
Pagar pocos impuestos
Cabe destacar que una parte significativa de las ganancias de Tesla no provienen directamente de la venta de vehículos eléctricos, paneles solares o almacenamiento de baterías. Así, en 2023, 2.800 millones de dólares se obtuvieron de la venta de derechos de emisión de carbono a otros fabricantes de automóviles que necesitan cumplir con los mandatos gubernamentales de vehículos eléctricos.
Además, la empresa generó 1.600 millones de dólares en ingresos por intereses sobre efectivo e inversiones a corto plazo, impulsados por la inflación y las altas tasas de interés. La principal razón por la que Tesla paga pocos o ningún impuesto se debe a las pérdidas acumuladas desde su fundación en 2003 hasta 2020. Las empresas pueden arrastrar estas pérdidas para compensar futuras obligaciones fiscales, un incentivo para la creación de empresas.

Acabar con la competencia
Asimismo, Tesla también se beneficia de créditos fiscales para vehículos eléctricos y su negocio de energía solar y almacenamiento, sumando 1.381 millones de dólares en 2023. Estos créditos pueden trasladarse para compensar futuras obligaciones fiscales, con un saldo de 1.000 millones de dólares en préstamos de energía renovable al final del año pasado.
Las políticas industriales ya impulsadas por los demócratas (el partido de Joe Biden) han contribuido al éxito financiero de Tesla. Además, su estructura de costos optimizada gracias a su producción integrada, la eficiencia en la fabricación y la ausencia de concesionarios tradicionales ayudan al liderazgo de la firma. Todos estos motivos, sumado a los créditos fiscales y los beneficios acumulados, son los que están permitiendo al fabricante ajustar los precios de manera más agresiva que sus competidores.
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