El ingenioso truco del dueño de un BYD para cargar un coche eléctrico que se había quedado tirado

En una situación así, cabe pensar que la única solución pasa por recurrir a la grúa del seguro o a un servicio de carga móvil.

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Foto: Facebook: BYD Owners Australia

Viajar con un coche eléctrico implica una cuidada planificación y cuando no se puede cumplir, por las razones que sea, el conductor debe ser consciente de los riesgos que existen: quedarse tirado sin batería es uno de ellos.

Este problema se puede solucionar llamando a la grúa, con un servicio de carga móvil o con un truco más barato que estas opciones. Así lo ha demostrado el propietario de un BYD Atto 3: se quedó sin batería a pocos kilómetros de un cargador y otro propietario acudió en su ayuda.

La solución que encontraron fue la carga bidireccional del BYD Atto 3. Ellos mismos lo explicaron en la página de Facebook BYD Owners Australia. En una de las imágenes publicadas aparecen los dos coches, en el arcén, conectados entre sí a través de una serie de cables.

La carga bidireccional Vehicle-to-Load (V2L) es parte del equipamiento de serie del BYD Atto 3 2024. Los coches eléctricos que disponen de ella están equipados con un inversor de corriente continua en corriente alterna. Con este respaldo energético para casos de emergencia pueden cargar otros dispositivos electrónicos.

Usando la carga bidireccional es posible proporcionar una recarga de emergencia.

Lento, pero efectivo

Los propietarios de los dos BYD Atto 3 probaron, primero, con el cable de carga de pared (CA) que viene con el coche, pero requería un enchufe con conexión a tierra y, por ello, había un fallo de conexión.

Razón por la que emplearon uno de repuesto de bajo amperaje que no necesita estar conectado a tierra. El problema es que la carga estaba limitada a 10 amperios y el ritmo era muy lento: tuvieron que sacar la calculadora.

Para casos de emergencia

Teniendo en cuenta que el coche eléctrico se quedó tirado a dos kilómetros del cargador más cercano, hicieron las cuentas y se dieron cuenta de que circulando despacio sólo consumiría 15 kWh cada 100 kilómetros.

Por lo tanto, necesitaría alrededor de 1,5 kWh para recorrer 10 kilómetros para llegar al punto. Cargando a una velocidad de 2,2 kWh, con media hora tendría siete kilómetros de rango: obtuvieron 6,9 y llegó sin problemas.

Bien es cierto que con este truco conseguir una recarga completa es todo un ejercicio de paciencia: el cuadro de instrumentos mostraba un tiempo de 33 horas, pero es una buena manera de solucionar una emergencia cuando las alternativas son caras y requieren demasiado tiempo.

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