El testimonio de Robert Quattlebaum resulta inquietante. “Mi pareja me dijo que la puerta del garaje estaba abierta, pero yo no recordaba haberla dejado así. Después vimos que el maletero estaba abierto, además de que el aire acondicionado funcionaba a toda potencia. Cerré ambos, pero poco después volvían a estar igual. En este punto ya estaba muy preocupado”.
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Este conductor de un Tesla Model 3 en Estados Unidos relata su experiencia en una página dedica a la marca en una red social. Desconcertado, acudió a la aplicación de su teléfono móvil para intentar entender qué sucedía… y lo que encontró es que el coche había desaparecido de su cuenta de propietario.
Quattlebaum se puso en contacto con el servicio de atención telefónica de la empresa de Elon Musk para obtener respuestas a lo ocurrido. Después de solicitarle una serie de datos sobre su vehículo, confirmar que seguía en su poder y una espera de más de quince minutos, la explicación tampoco resultó muy tranquilizadora: “Lo sentimos, señor Quattlebaum, pero parece ser que un vendedor en Europa ha asignado por error el número de identificación de su coche a otro vehículo”.
Dudas razonables
El propietario no daba crédito a lo que escuchó y su intranquilidad se mantuvo hasta que Tesla pudo retornar el número VIN de su coche a su cuenta, para volver a tener así el control total del mismo. Porque hasta ese instante, y aunque se encontrara al otro lado del Atlántico, esa persona podría haber realizado una serie de actuaciones sobre un Model 3 a miles de kilómetros: abrir las puertas, bajar las ventanillas, tocar el claxon, arrancar el motor, abrir las puertas de garaje vinculadas, controlar el climatizador…
El afectado por el error de Tesla asegura sentirse “conmocionado” antes la posibilidad de que alguien pueda manipular su coche “incluso sin tenerlo físicamente y sin autorización”. Y agrega: “Soy ingeniero de software y sé cómo funciona esto. La propiedad de mi vehículo es solo una línea en una base de datos que la marca controla a su voluntad. No hay garantías ni verificaciones criptográficas que comprueben los cambios que se realicen. Todos los propietarios de Tesla están a un paso de poder perder el control de su coche. Si me ha ocurrido a mí, te puede pasar a ti”.
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