Este es el motivo por el que los ladrones no quieren robar coches eléctricos

Además del vehículo, hay muchos elementos de valor que se pueden llevar: cámaras, llantas, antenas...

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Foto: Getty

Los coches eléctricos no suelen formar parte de las listas de coches más robados: existen varias razones por la que los ladrones tienen poco interés en ellos, pero una de ellas es la más poderosa para mantener a los delincuentes alejados.

En un vehículo, hay muchas cosas de valor que se pueden robar: el catalizador, las llantas, las cámaras… Y esto sin olvidar las pertenencias que hay dentro como, por ejemplo, ordenadores portátiles, bolsos o mochilas.

Sorprendentemente, la tecnología no ha hecho que los coches tradicionales sean más difíciles de robar: los sistemas de apertura y arranque sin llave son el mejor ejemplo de ello. No pasa lo mismo con los vehículos eléctricos.

En Estados Unidos, The Insurance Institute for Highway Safety (Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras) desvela que, cada año, 49 de cada 100.000 coches asegurados son robados. El Tesla Model 3 registró, únicamente, un robo por cada 100.000 unidades.

La tecnología, el repelente para ladrones

Normalmente, los coches eléctricos emplean una amplia gama de sensores para los sistemas de asistencia al conductor, que incluyen cámaras. Estos dispositivos pueden convertirse en vigilantes: es lo que ocurre, por ejemplo, con el Modo Centinela de Tesla. La californiana no es la única marca con esta función.

Por otro lado, estos vehículos contienen un avanzado software. Ningún sistema informático es completamente inmune a los ataques informáticos, pero si vulnerarlo es demasiado difícil o lleva mucho tiempo… los hackers lo ignorarán. Los ladrones prefieren coches que sean fáciles de robar.

Los eléctricos suelen estar conectados a internet, además de estar equipados con un dispositivo de localización. Aunque se pueden desactivar, esta combinación permite al propietario saber su ubicación concreta: también cuando ha sido robado para poder localizarlo e, incluso, inmovilizarlo.

Más razones

La tecnología no es el único factor que ha hecho que los ladrones pierdan el interés en los coches eléctricos: el mercado negro de segunda mano también ha contribuido a ello. Sus piezas tienen menos salida porque la demanda es menor, ya que tienen menos presencia que los de combustión.

Y es, también, más complicado encontrar posibles compradores debido a la falta de infraestructura de carga que sufren muchos países.

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