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Los coches eléctricos no terminan de alzar el vuelo y de cuando en cuando sale a la luz alguna noticia que lleva a creer que el proceso va a llevar todavía un tiempo. Ahora ha sido Hertz, una de las mayores empresas de alquiler del mundo, la que ha decidido deshacerse de gran parte de sus automóviles de cero emisiones para volver a los coches de combustión.
La compañía tenía planeado en su hoja de ruta convertir el 25% de su flota en modelos de cero emisiones para finales de 2024, pero ha cambiado de parecer y su último movimiento ha consistido en vender 20.000 vehículos de baterías.
El motivo principal que ha esgrimido para tomar la decisión han sido los altos costes de mantenimiento ocultos que supone tener un coche eléctrico.
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El gran reto de las energéticas en la electrificación de la movilidad En una comunicación reciente que recoge CNN, Stephen Scherr, CEO de la compañía, afirmaba que “las reparaciones de colisiones y daños en un vehículo eléctrico a menudo pueden durar aproximadamente el doble que las de un vehículo con motor de combustión equiparable”. Y no solo el tiempo, si no que el coste de estas reparaciones también es más elevado.
De hecho, conscientes de que la entrega de potencia y par inmediata de los cero emisiones puede coger desprevenida a conductores que no hayan lidiado con coches de estas características, Hertz los alquilaba con una limitación, también en cuanto a la velocidad máxima que podían alcanzar.
El movimiento, además, va a salir caro a la compañía alquiladora puesto que, debido al desplome del precio de los coches eléctricos usados y a su depreciación, con la venta espera registrar unas pérdidas de 245 millones de dólares.
A pesar de ello, Scherr señala que “la compañía espera reinvertir una parte de los ingresos de la venta de vehículos eléctricos en la compra de vehículos con motor de combustión interna para satisfacer la demanda de los clientes”.
Los Tesla, grandes protagonistas del movimiento
Dentro de la venta de 20.000 automóviles están incluidos muchos modelos pertenecientes a Tesla, compañía con la que Hertz estableció un acuerdo hace menos de dos años para incluirlos en su flota de alquiler.
Scherr ha señalado que dentro de los problemas que han tenido con los eléctricos, los coches de la firma de Elon Musk son los que se han mostrado particularmente más caros de mantener.
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