A la vista de los ambiciosos planes de descarbonización del transporte de la Unión Europea, con la idea de que no se vendan coches de combustión a partir de 2035, la industria avisa de importantes impedimentos para cumplir a tiempo los plazos. Y el principal obstáculo es el que desvela un reciente informe de la sociedad inversora UP.Partners, especializada en las nuevas tecnologías de transporte.
Según el estudio de esta consultora estadounidense, titulado ‘Macro y micro tendencias en Movilidad’, la consecución de un futuro transporte sin emisiones va a enfrentarse a grandes desafíos que, incluso, podrían poner en peligro los plazos previstos por los legisladores europeos.
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Y es que, entre otras circunstancias perjudiciales para la transición que se barajan en el informe, la necesidad de materias primas para fabricar las imprescindibles baterías va a crecer un 900% de aquí a 2030.
Precio del litio disparado
Una exigencia que será determinante y ante la cual se alerta de una más que previsible escasez de este tipo de materiales básicos para conseguir producir a tiempo la cantidad necesaria de vehículos eléctricos. Y un ejemplo de este problema revelado en el informe es que el precio del litio aumentó casi un 800% entre 2020 y 2022.
Y en Europa, donde la transición energética se acelera por ley, el problema será aún más acuciante. La dependencia estratégica de los materiales requeridos por las nuevas tecnologías pondrá en peligro la transición y la disposición de estos elementos procesados como litio, níquel, cobalto (e incluso el cobre o el grafito) serán decisivos para marcar el paso de la descarbonización.
![Batería de ion de litio](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2022/09/Baterias-iones-de-litio.jpg)
Mientras tanto, tal como revela el informe de UP.Partners, el coste de las baterías atendiendo a su capacidad (precio por kWh) se está incrementando por primera vez en 12 años, a pesar de que la densidad energética de las mismas está mejorando gracias a nuevas tecnologías.
Se trata de una circunstancia adversa que rompe la anterior tendencia a la baja y que retrasa el ansiado punto de inflexión en el que los coches eléctricos conseguirían igualarse en precio a los térmicos.
Producción de electricidad insuficiente
Asimismo, el contenido del estudio pone de relieve que la inevitable escasez de materiales no solo afectará a la industria de las baterías.
Y es que ese tipo de elementos también serán necesarios para producir otras piezas indispensables para fabricar vehículos electrificados, como son los microprocesadores y demás componentes electrónicos.
Problema energético
Por otro lado, la consultora advierte del necesario y drástico aumento en la producción de energía eléctrica para satisfacer la previsible demanda del transporte. Aunque está circunscrito a Estados Unidos, el informe pone en duda el imperioso incremento de la capacidad de generación para asumir la recarga de los eléctricos y centra su ejemplo en California, por ahora el Estado más avanzado en cuanto a la electrificación.
Si a día de hoy todos los coches que por allí circulan utilizaran mecánicas a batería, el consumo general en ese territorio aumentaría un 47%. Un dato que podría extrapolarse a otras áreas geográficas y que da una idea de la magnitud de este gran problema energético.
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