Xiaomi, hasta 2021, era una compañía tecnológica. Desde entonces, aunque lo sigue siendo, genera titulares por su rama automovilística. El coche de Xiaomi, el SU7, ha dado que hablar en decenas de ocasiones, ha sido un éxito y el segundo modelo de la compañía, el SUV YU7, ha repetido la jugada. A la marca china le va tan bien, que ha empezado a repartir bonus entre sus concesionarios como si de regalos de navidad se tratase.
Como recoge CarNewsChina, la firma habría repartido más de 100 millones de yuanes, el equivalente a unos 12 millones de euros, entre sus concesionarios, que por ahora están únicamente en China.
Más información
El fabricante ha hecho una distinción en las cuantías según la antigüedad de los mismos:
- Aquellos concesionarios construidos en 2024 han recibido 100.000 yuanes, unos 12.100 euros
- Los concesionarios más nuevos construidos antes de diciembre de 2025 han recibido 500.000 yuanes, unos 60.500 euros
La decisión de entregar estos dividendos habría estado motivada por la rápida expansión de la red de establecimientos físicos de Xiaomi, que ha ayudado de manera notable a que las ventas de sus coches no dejen de aumentar.
Una red en constante expansión
Con datos de finales de noviembre, la compañía ya tiene 441 concesionarios en 131 ciudades y 249 puntos de servicio repartidos por 144 localidades. El ritmo de expansión sigue a buen ritmo, aunque la red está alcanzando un tamaño que ha hecho que baje un poco: en septiembre abrieron 32 nuevos, en octubre 22 más y en noviembre otros 17. Para diciembre la expectativa es que se sumen otros 36 repartidos por siete ciudades.
Las cifras están a favor de Xiaomi, que ha visto como en los primeros 11 meses de este año ha acumulado unas ventas de 361.600 coches. El Xiaomi SU7 lleva el mayor peso, por ser más barato, pero sobre todo por llevar más tiempo en venta, con 247.000 ejemplares, y el Xiaomi YU7 ha supuesto los 114.600 restantes.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.