Lo que nunca se debe usar para apagar un coche eléctrico en llamas

La creciente popularidad de los vehículos eléctricos ha traído consigo nuevas consideraciones en materia de seguridad, especialmente en lo referente a la extinción de incendios. Contrariamente a lo que se podría pensar, el agua, un agente extintor común para vehículos de combustión interna, no es la solución más eficaz, e incluso puede resultar peligrosa, para sofocar las llamas en un coche eléctrico.

La clave reside en la naturaleza de las baterías de iones de litio que alimentan estos vehículos. Un incendio en una batería de coche eléctrico genera temperaturas extremadamente elevadas y puede liberar gases tóxicos e inflamables. La aplicación de agua puede provocar reacciones químicas que intensifiquen el fuego o generen riesgos de electrocución para los intervinientes.

¿Cuál es la alternativa?

Los expertos y los protocolos de seguridad recomiendan el uso de grandes cantidades de agua para enfriar la batería y evitar la propagación térmica a las celdas adyacentes, más que para extinguir las llamas directamente. Este enfriamiento prolongado es crucial para controlar la temperatura de la batería y prevenir la reignición, un fenómeno que puede ocurrir horas o incluso días después de que el fuego inicial haya sido aparentemente sofocado.

Además del agua en grandes cantidades para enfriamiento, se están desarrollando y utilizando otros agentes extintores específicos para incendios de baterías de litio. Estos incluyen espumas especiales, agentes encapsuladores y mantas ignífugas diseñadas para aislar el fuego y reducir la liberación de calor y gases.

Formación y precaución

La gestión de los incendios en vehículos eléctricos requiere una formación especializada para los equipos de emergencia. Identificar correctamente un vehículo eléctrico incendiado y aplicar los protocolos adecuados es fundamental para garantizar la seguridad de los intervinientes y la efectividad de la extinción.

En caso de incendio en un vehículo eléctrico, es muy importante mantenerse lo más alejado posible y alertar inmediatamente a los servicios de emergencia, además, como se ha mencionado, no intentar apagar con agua. La prevención y la información son las mejores herramientas para afrontar este nuevo desafío en la seguridad vial.