Nio está consiguiendo (como ya hizo Qoros hace unos años) que cambie la percepción de las marcas chinas de automóviles. Estas siempre han estado asociadas al plagio de diseños europeos y americanos, pero el nuevo fabricante desarrolla modelos para el mercado global de lo más interesantes. El Nio ES6 es el último en llegar a su gama.
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Situado un peldaño por debajo del ES8, se trata de un todocamino compacto de 4.850 mm de longitud y 1.965 mm de anchura, con una distancia entre ejes de 2.900 mm que permite un espacio interior suficiente tanto para la configuración de cinco plazas como para la de siete.
En su diseño exterior, el Nio ES6 apuesta por las superficies simples, sin apenas líneas de tensión, con unas protecciones inferiores de plástico negro mínimas, un frontal caracterizado por los finos grupos ópticos, techo en color negro y varios cromados a lo largo de toda la carrocería.
En el habitáculo también predomina la sencillez, con un salpicadero bastante despejado en el que reclaman el protagonismo las dos pantallas, de considerable tamaño, que forman el cuadro de instrumentos y la consola central. La tapicería es de cuero y el aluminio está bastante presente.
Lo más reseñable del Nio ES6, no obstante, es su sistema de propulsión eléctrica, formado por dos motores, uno acoplado a cada eje, aunque de distinta potencia en función de la versión.
Así, la variante básica, denominada Standard, emplea dos bloques de 218 CV cada uno, consiguiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos. La superior se llama Performance y combina un propulsor delantero de 218 CV con otro trasero de 326 CV. Ambos pueden combinarse con una batería de 70 kWh u otra de 84 kWh, lo que altera su autonomía: 410 y 480 kilómetros en cada caso para el pequeño, y 430 y 510 para el mayor.
El Nio ES6 llegará en junio de 2019 al mercado chino con un precio de 358.000 yuanes, que al cambio actual son cerca de 46.000 euros.
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