Volkswagen ha decidido mirar al pasado para presentar su nuevo coche: durante el Salón de Ginebra 2019, que se celebrará del 7 al 17 de marzo, mostrará el renacer de los míticos buggies estadounidenses de los años sesenta y setenta en forma de modelo 100% eléctrico.
Por el momento solo ha desvelado dos bocetos, pero dejan ver que el nuevo modelo se mantendrá fiel al espíritu de sus ancestros, con un formato enfocado al ocio, sin puertas ni techo, una carrocería resistente y ruedas de gran tamaño envueltas en neumáticos todoterreno.
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La marca alemana señala que la función que tenía el chasis del viejo Beetle en los buggies originales ahora la realiza la plataforma modular MEB para coches eléctricos, con potencial, según el fabricante, para desarrollar modelos de nicho con tiradas de bajo volumen.
«Un buggy es más que un coche. Es vitalidad y energía sobre cuatro ruedas. Estos atributos se materializan en el nuevo e-buggy, que demuestra por una parte el aspecto que puede tener una reinterpretación moderna y no retro de un clásico, y por otra el vínculo emocional que puede crear la movilidad eléctrica», expone Klaus Bischoff, diseñador jefe de Volkswagen.
La cuestión aquí es a dónde lleva este prototipo. ¿Se quedará solo en eso? ¿Se atreverá Volkswagen a producirlo como vehículo recreacional, ya sea como eléctrico o como coche de combustión? ¿U optará por derivar de él un modelo más conservador, quizá un SUV enfocado a un público joven?
Lo primero será esperar a Ginebra, donde seguro que VW analiza y toma nota de las reacciones del público, lo que seguramente influya en la toma de decisión definitiva.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.