La llegada del coche eléctrico ha propiciado que las fronteras entre industrias se diluyan ligeramente. Muchas compañías tecnológicas están firmando alianza con marcas de automóviles y algunas, directamente, van a crear su propio coche, como es el caso de Xiaomi.
A mediados de 2022 ya se pudo ver al modelo llevando a cabo sus pruebas de desarrollo, pero ahora se han filtrado las primeras imágenes del mismo, en baja calidad, así como su nombre definitivo: se llamará Xiaomi MS11.
Lo cierto es que la marca china no se ha complicado en exceso y ha diseñado un modelo que sigue bastante las líneas generales de los eléctricos de fabricantes emergentes, optando por un conjunto bastante limpio, sin apenas elementos recargados y que, aún apostando por el formato de berlina, luce una silueta de marcas líneas cupé que transmiten bastante dinamismo.
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Dada su naturaleza eléctrica, no necesita una parrilla delantera, así que prescinde de ella, cediendo el protagonismo del frontal a las molduras del paragolpes, las pequeñas entradas de aire laterales y, sobre todo, a los faros, de forma afilada y que integran LED en forma de C cruzada por una línea horizontal.
Presenta un gran parabrisas, así como una superficie acristalada lateral bastante generosa, a lo que suma un techo panorámico que se alarga hasta el maletero.
Cuenta con una carrocería de cuatro puertas y las llantas, de tamaño considerable, presentan un diseño con cinco diamantes. Se aprecia, además, en la parte delantera del techo, una sección donde se alojan algunos de sus sistemas de asistencia al conductor, como las cámaras, radares y el LiDAR.
Por el momento no hay datos oficiales sobre su mecánica, pero las filtraciones apuntan a que empleará un sistema de 800 voltios y que podría desarrollar una potencia de 354 CV (260 kW).
Cabe recordar que no es el primer caso de empresa tecnológica que desarrolla su propio coche: hace unas semanas Sony y Honda dieron a conocer la versión casi de producción de su automóvil de desarrollo conjunto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.