Los propietarios de vehículos eléctricos son muy fieles a la electromovilidad. Una vez que prueban un coche eléctrico, la mayoría no quiere volver atrás. Según diferentes informes en los que se ha preguntado a propietarios de vehículos eléctricos, solo un 3 % consideraría regresar a un modelo con motor de combustión interna. Esa satisfacción propia la suelen trasladar a las personas de su entorno para que se pasen a los coches sin emisiones.
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Un nuevo estudio bajo el nombre EV Satisfaction Study 2025 y basado en más de 5.000 encuestas realizadas en distintos países de Europa Central, como Alemania, Austria y Suiza, revela que las marcas XPeng, Porsche y Polestar lideran la tabla clasificatoria entre los propietarios de coches eléctricos más satisfechos. La investigación pone el foco en un aspecto clave: ¿qué marcas recomendarían realmente estos conductores de coches sin emisiones a otros usuarios?

XPeng da la sorpresa
XPeng sorprendió al encabezar la lista con un 81 % de recomendadores, superando a Porsche (78 %) y Polestar (69 %). BMW iguala a esta última, mientras que Tesla cae hasta el quinto puesto con un 65 %, lastrada por problemas de carga, fallos en la app y una interfaz que no ha evolucionado al ritmo de sus rivales.
El informe destaca una mejora generalizada en la experiencia de uso de los eléctricos. Más de la mitad de los encuestados va a superar los 400 kilómetros de autonomía en verano, y el 75 % dispone de carga rápida de al menos 150 kW. Esto ha reducido las barreras tradicionales de adopción, como la ansiedad por la autonomía o los largos tiempos de espera.

La clave está en el software
Los usuarios valoran cada vez más la experiencia digital. XPeng, por ejemplo, destaca no solo por su producto, sino por su capacidad de respuesta: actualizaciones OTA (inalámbricas) frecuentes, contacto directo con los clientes y una agilidad que permite implementar mejoras casi en tiempo real.
En el lado opuesto, marcas como MG, Smart o algunos modelos del grupo Stellantis siguen rezagadas, especialmente en aspectos como la carga y la integración digital. Y es que el estudio también deja una conclusión muy clara: el coche eléctrico ya no se juzga solo por su batería. La experiencia completa —desde el software hasta el servicio— es lo que marca la diferencia.
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