El Fiesta tiene el precio más asequible, 15.575 euros con descuentos incluidos, aunque sin la prima de financiación con la marca. Le siguen el Polo y el Ibiza, que cuestan casi igual, 16.425 y 16.440, pero el VW puede tener otros descuentos suplementarios que no son públicos y solo se aplican en el concesionario. Por último, el Suzuki refleja la sofisticación de su módulo híbrido y sube a 17.370 euros, casi 1.000 más.
El Swift compensa su sobreprecio incluyendo el mejor equipamiento de serie. Aparte de los sistemas de seguridad, todos vienen con aire acondicionado, ordenador de viaje, sistema start & stop, elevalunas delanteros eléctricos, radio con tomas USB y conexión bluetooth , pantalla táctil de diferentes medidas (4,2 pulgadas en el Swift, 5 en el Ibiza, 6,5 en el Fiesta y 8 en el Polo), retrovisores eléctricos, control de velocidad (375 euros en el Ford) y otros detalles menores.
El Fiesta equipa llantas de acero de 15 pulgadas (de la misma medida y aleación en el Polo), mientras en el Ibiza y el Swift son de 16 pulgadas y aleación. Además, el Ford añade sistema de conectividad SYNC III, equipo de música con CD (también el VW), sensores traseros de aparcamiento (como el Seat) y retrovisores con plegado eléctrico (también el Suzuki).
El Polo y el Swift vienen con elevalunas traseros eléctricos y conexión automática de faros. Y el Seat suma además los faros led delante y atrás (como el utilitario japonés) y un seguro a todo riesgo gratuito el primer año. Pero el más completo es el Suzuki, que añade climatizador, navegador, cámara trasera para aparcar, asientos delanteros con calefacción y un año más de garantía: tres años o 100.000 kilómetros.
El equipo de seguridad es completo en todos: seis airbags , ABS, control de estabilidad ESP, sensor de presión de ruedas y frenada automática de emergencia. El Ford añade los faros que giran e iluminan el interior de las curvas y el VW lleva detector de peatones. Pero el más completo es el Suzuki, que incluye sensor de fatiga (también el Seat), gestión automática de las luces de carretera, alerta de cambio de carril (como el Ford) y, sobre todo, el control de velocidad con radar antichoque ACC (también el Polo). El comportamiento dinámico es noble y seguro en todos, pero con más aplomo en el Seat y el VW.
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