Asfalto blanco. Eso es lo que han encontrado algunos conductores al recorrer ciertas carreteras en verano. Este curioso fenómeno sólo aparece en los meses más calurosos y, por ahora, en ubicaciones muy concretas. ¿Qué hay detrás de este cambio de color? La respuesta es tan sorprendente como ingeniosa.
Esta técnica se emplea en Francia. Son varias las regiones que han apostado por un tratamiento de cal para proteger sus carreteras de las elevadas temperaturas. Ello provoca que los conductores puedan conducir por vías completamente blancas y no negras, como es habitual.
Sólo en verano
Con el intenso calor del verano, en ocasiones, la superficie de la carretera se ablanda y aparece el betún asfáltico. Este es el material encargado de aglomerar y dar cohesión en las mezclas bituminosas usadas para asfaltar las vías.
Este fenómeno de sangrado puede provocar cambios en la adherencia y supone un riesgo extra para los conductores, ya que eleva las posibilidades de sufrir un accidente. Además, degrada la superficie de la carretera porque la capa superior se desprende, poco a poco, cuando pasan los vehículos.
Cal apagada contra el calor
Tradicionalmente, para combatir el deterioro de las vías debido al calor, se usaba grava. El problema es que las piedras de tamaño variable que la componen eran todo un peligro para los conductores, sobre todo para los de las motos.
Por ello, apostaron por la cal apagada. Es un polvo básico, cristalino y blanco conocido, a nivel técnico, como hidróxido de calcio y, popularmente, como cal muerta, cal hidratada o agua de lima. Su carácter no tóxico y no combustible asegura seguridad en sus distintas aplicaciones. Tampoco genera un impacto negativo en el medio ambiente.
Un tratamiento preventivo
La cal no provoca pérdida de adherencia y, además, es un tratamiento preventivo contra el calor porque su color blanco refleja eficazmente la luz solar. En verano, una carretera cubierta con ella puede tener entre 10 o 15 grados menos que una vía sin tratar.
Su eficacia dura algo más de una semana si no llueve, aunque, eso sí, puede tener consecuencias para los coches. Las autoridades de las diferentes regiones francesas que usan esta técnica advierten que se pueden producir salpicaduras inmediatamente después de aplicar la cal.
Esto puede ensuciar los bajos de los vehículos con esta mezcla, que conviene quitar cuanto antes. ¿Cómo? Recomiendan utilizar una mezcla de vinagre blanco y agua fría.
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