Hay conductores que llevan a cabo modificaciones en su vehículo para mejorar su aspecto o su potencia, pero también su comportamiento, su seguridad, etc. En cualquiera de estos casos, estos cambios deben figurar en la ficha técnica: ¿hay que avisar, también, a la compañía de seguros?
Lo cierto es que no es lo mismo asegurar un modelo de fábrica que uno modificado. ¿La razón? Es más complicado y, sobre todo, más caro cubrir un coche con cambios que. Por lo tanto, la respuesta es: sí. La aseguradora debe conocer todas las reformas aplicadas al vehículo.
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Eso sí, para que diseñen una póliza a medida de ese coche modificado es necesario que esos cambios sean legales. O lo que es lo mismo: deben estar homologados y para saber si es necesario pasar por este proceso, hay que consultar el Manual de Reformas de Vehículos elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Es ahí donde figuran las modificaciones de importancia de un coche, que son las que sí necesitan homologación. Son aquellas que añaden o sustituyen elementos que pueden modificar las dimensiones exteriores, ser un riesgo o cambiar los datos de la tarjeta de la ITV, las que afectan a la identificación del coche (número de bastidor y ubicación de la matrícula), al motor, transmisión, ejes, suspensión, dirección, frenos, carrocería, alumbrado y dispositivos de señalización.
Un seguro diferente
Una vez homologado el cambio y después de incluirlo en la ficha técnica, hay que notificárselo a la compañía. Si se producen modificaciones posteriores, el titular del seguro tendrá la obligación de actualizar esa lista. Sólo así, la aseguradora podrá incluir en la póliza las reformas y los nuevos elementos.
Lo hará después de valorar las reformas (se dividen en exteriores o estéticos e interiores o mecánicos) y el riesgo que implican. Hay que tener en cuenta que estas modificaciones cambian tanto la prima como las coberturas o las condiciones del seguro contratado.
¿Hay pólizas específicas para coches modificados?
Todo dependeré de la compañía: algunas sí tienen un producto concreto, mientas que otras personalizan el seguro con diferentes coberturas. En cualquier caso, el objetivo es proteger un vehículo que, debido a las modificaciones aplicadas, implica un mayor riesgo (de ser víctima de un robo, de sufrir un accidente…).
Normalmente, la base suele ser un Terceros Ampliado o un Todo Riesgo. Sea como sea, son seguros de coche más caros que los habituales porque cuentan con coberturas específicas (por ejemplo, peritos especializados en este tipo de coches) y porque tienen que proteger un modelo que puede tener piezas cuyo coste puede ser de miles de euros.
¿Y si no se declaran los cambios?
Si el conductor decide no informar sobre los cambios que ha hecho en el coche, la compañía de seguros puede limitarse a cubrir, únicamente, los elementos que aparecen en el contrato o negarse a cubrir los daños sufridos en un incidente, un robo…
Para ello, alegarán que es un vehículo diferente al que figura en la póliza original. Por otro lado, hay que tener en cuenta que circular con un coche que tiene un elemento no autorizado o sin homologar implica una multa de hasta 500 euros.
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