La DGT insiste: inquieta la abundancia de coches ‘zombis’ en España. Se trata de automóviles en teoría retirados, pero sin constancia oficial de su paradero. Se supone que existen y que están inmovilizados, pero no se sabe dónde.
Cuando se decide apartar un coche de la circulación (porque se ha comprado otro o porque ha sido declarado siniestro total, por ejemplo), el propietario está obligado a darlo de baja y en ese momento desaparece a efectos prácticos: ya no puede utilizarse de nuevo.
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Lo ortodoxo es tramitar una baja definitiva, pero existe la modalidad temporal para casos en los que no se quiere usar el vehículo durante un tiempo determinado y sí retomarlo más adelante. El trámite es sencillo, barato y rápido, y además reversible.
Y por eso mismo ha tomado un protagonismo excesivo que incomoda a la DGT: las temporales alcanzan ya el 50% de las bajas anuales. Según datos de Tráfico, en 2004 se tramitaron 60.982 bajas temporales, que supusieron un 5%. El año pasado se registraron 1.087.975 bajas, y solo la mitad de ellas fueron definitivas. El problema es que Tráfico no sabe dónde están esos coches ‘zombis’: a efectos prácticos están muertos y enterrados, pero probablemente pululan por ahí. Enteros o a trozos.
Susana Gómez, subdirectora adjunta de Vehículos de la DGT, intuye que muchos conductores, cuando deciden vender su coche o deshacerse de él, lo entregan, sin saberlo, a un “desguace irregular” o a empresas de compraventa de legalidad dudosa.
Los conductores confían en que será retirado definitivamente de la circulación cumpliendo la normativa medioambiental y de tráfico, pero estos desguaces solicitan la baja temporal, de modo que evitan descontaminarlo, destruirlo y darlo de baja definitivamente. Y la DGT sospecha que o bien circulan por España fuera de la ley (sin seguro, sin la ITV pasada, sin pagar impuestos…) o bien han terminado en el mercado negro, vendidos por piezas o exportados para su comercialización ilegal en otros países.
Cómo se solicita una baja temporal
El propietario de un vehículo puede darlo de baja temporalmente por tres motivos principales, según tiene previsto la DGT:
- Tras la entrega del vehículo a un negocio de compraventa, que debe encargarse después de la baja definitiva.
- También se tramita la baja temporal en caso de robo, hasta que el coche aparezca.
- Y por cualquier motivo por el cual el vehículo vaya a dejar de circular durante un tiempo. De este modo, el propietario se ahorra el pago del seguro, de la ITV y del impuesto de circulación hasta que vuelva a ponerse al volante.
El trámite es cómodo (se realiza en persona o en la Sede electrónica de la DGT) y cuesta 8,50 euros (si se trata de un robo, la tasa no se cobra). Y, como indica Tráfico, “este tipo de bajas tiene un carácter temporal, sin una fecha límite y se podrá revertir o pasar a baja definitiva”. Este es uno de los resquicios por donde se cuelan los coches zombis: como no hay límite de tiempo y el proceso resulta sencillo, aumentan cada vez más los vehículos dados de baja cuyo paradero se desconoce.
Tráfico recomienda recurrir exclusivamente a Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, que cumplen la ley y sí tramitan la baja definitiva. A finales de febrero la DGT anunció un envío de cartas informativas para recordar a los propietarios la situación de sus vehículo e instarles a que, si es necesario, los dieran de baja definitivamente. Y ahora ha empezado una nueva campaña.
“Con esta carta esperamos poner en alerta a aquellas personas que han podido ser engañadas, pensando que entregaron su vehículo para ser dado de baja con carácter definitivo y sin embargo, solo le realizaron una baja temporal”, explica Susana Gómez.
Esta medida es un paso previo a la modificación reglamentaria que tiene prevista la DGT: se pretende establecer una fecha de caducidad a las bajas temporales para evitar el mal uso de este trámite administrativo.
CÓMO TRAMITAR UNA BAJA DEFINITIVA
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