Los descuentos por financiar la compra del coche en el punto de venta no salen rentables para los conductores, que, salvo excepciones, pierden dinero en la operación. Sobre todo, porque “los tipos de interés que fijan los concesionarios suelen ser muy superiores a los de los préstamos personales de los bancos”, alerta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha publicado un breve análisis del sector. Además, estas financiaciones se vinculan a menudo a la contratación de otros productos y servicios y, por último, algunas de sus cláusulas podrían “considerarse abusivas”.
Con el precio de los vehículos disparado en los últimos 10 años, pocos consumidores pueden comprar uno al contado, por lo que las marcas y los concesionarios ofrecen descuentos como gancho. Estas promociones van habitualmente de los 1.000 a los 5.000 euros, en función de las circunstancias, pero a la larga no salen rentables, a juicio de la OCU.
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Si un coche de 30.000 euros se vende por 27.000 a cambio de financiarlo con el punto de venta, el cliente termina pagando más de 34.000 euros con un tipo de interés habitual (13,80%), calcula la organización.
Esta asociación denuncia prácticas como la obligación de contratar otros productos y servicios, y pone como ejemplo la exigencia de “hasta un 3,95% de la cantidad prestada en concepto de comisión de apertura”. También es común que la compra del coche requiera la contratación de un seguro de protección de pagos, o la suscripción a un servicio de reclamación de multas y a programas de mantenimiento con la marca.
Concesionarios y entidades financieras
Aunque el informe de la OCU se refiere a los concesionarios, no son estos quienes se encargan del préstamos, sino que trasladan al comprador las condiciones de la venta. Detrás siempre hay un banco (los que más coches financian en España son La Caixa, Santander y BBVA), empresas como Cetelem o una entidad de crédito perteneciente a la marca y encargada de esta misión. El papel de los concesionarios es ejercer de intermediarios a cambio de una comisión.
Algunas financieras incurren en prácticas que la OCU juzga “abusivas”. Entre ellas, la exigencia de contratar un seguro de vida de prima única cuyo importe se suma al de la financiación, con los mismos intereses. Tampoco es raro que el contrato incluya cláusulas de permanencia que impiden cancelar el préstamo durante un periodo mínimo, situaciones que esta organización considera “contrarias a la legislación”. La asociación de concesionarios oficiales Faconauto no ha querido valorar el informe de la OCU.
Cómo financiar la compra de un coche
Antes de financiar la compra de un coche, la organización de usuarios sugiere comparar el tipo de interés exigido por el punto de venta (“que puede superar el 17%”) con la de los préstamos personales de los bancos (“desde un 6%”). Según calcula la OCU, “el ahorro puede alcanzar los 4.000 euros”.
De igual modo, resulta imprescindible verificar si hay productos vinculados al préstamo que puedan encarecer la operación. Y siempre se puede dar marcha atrás: existe un margen legal de 14 días “para desistir y devolver el dinero sin justificar su decisión”, recuerda la OCU. Dado el caso, “sólo habría que pagar los intereses generados hasta el día del reembolso”.
Los expertos aconsejan igualmente preguntar por la reserva de dominio sobre el coche. Las financieras y los bancos pueden inscribir esta reserva en el Registro de Bienes Inmuebles para impedir su venta o su cambio de titularidad hasta que no se salde el préstamo.
Cancelar por anticipado
Si el comprador de un coche financiado tiene ocasión de saldar su deuda o parte de ella antes de tiempo, la OCU recuerda que la comisión “está limitada al 0,5% del importe cancelado” si falta menos de un año para acabar de pagarlo. Si resta más plazo, el límite es del 1%. En cualquier caso, resulta imprescindible solicitar a la entidad la carta de pago que acredita la cancelación.
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