La UE aprueba que se pueda obtener el carnet de coche con 17 años y crea un permiso digital europeo

El Parlamento Europeo ha aprobado la nueva normativa para el carnet de conducir y permitirá que los jóvenes de 17 años puedan obtener el permiso B de coche, pero deberán ir acompañados por un automovilistas experimentado hasta que cumplan la mayoría de edad. Con esta reforma, por otra parte, los nuevos conductores tendrán consideración de noveles durante al menos dos años y la validez del carné de coche y moto se amplía a 15 años, en lugar de los 10 actuales.

Entre las nuevas medidas, impulsadas en 2023 por la Comisión Europea para reducir el número de muertes en las carreteras comunitarias (unas 20.000 al año), se incluye la creación del carnet de conducir digital y la reforma de los exámenes. Además, la legislación comunitaria permitirá perseguir con mayor eficacia las infracciones más graves cometidas en terceros países.

No será inmediato, en todo caso. Las nuevas normas entrarán en vigor a los 20 días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, pero los países comunitarios dispondrán de tres años para transponerlas a sus legislaciones nacionales y un año adicional para preparar su aplicación.

Una de las reformas pretende reducir la escasez de conductores profesionales, por lo que la nueva normativa permitirá a los jóvenes de 18 años obtener el carné para conducir camiones (categoría C) y a los de 21 años para manejar autobuses (categoría D), siempre que posean un certificado de competencia profesional. De lo contrario, se requerirá tener 21 y 24 años, respectivamente.

Nuevos requisitos en el examen

Para obtener el permiso de conducir, el examen deberá incluir conocimientos sobre los riesgos de ángulo muerto, los sistemas de asistencia al conductor, la apertura segura de las puertas y los riesgos de distracción por el uso del teléfono, una de las principales causas de siniestro en Europa. Los examinadores harán mayor hincapié, también, en la concienciación de los riesgos para peatones, niños, ciclistas y otros usuarios vulnerables.

La reforma incluye la ampliación de la validez de los permisos de coche y moto hasta los 15 años, pero los países comunitarios podrán reducirla a 10 años si se utilizan como documento nacional de identidad. Para los carnés de camión y autobús, será de cinco años. Además, la UE abre la puerta a que los países miembros reduzcan la frecuencia de renovación a los mayores de 65 años.

Como ya ocurre en España, los reconocimientos médicos serán obligatorios antes de obtener el carné de conducir o para su renovación, con pruebas específicas de la vista y el estado cardiovascular. Sin embargo, los Estados miembros pueden decantarse por formularios de autoevaluación u otros sistemas de evaluación.

Conductores noveles y carnet digital

Y, por primera vez, la normativa europea establecerá un periodo de prueba de al menos dos años para conductores noveles, que se enfrentarán a normas y sanciones más estrictas por conducir bajo los efectos del alcohol y no utilizar el cinturón de seguridad ni los sistemas de retención infantil. Esto ya sucede ahora en España con los niveles de alcoholemia: los conductores noveles deben llevar la L en su coche durante un año, pero la tasa específica de alcohol (0,30 gramos por litro en lugar de 0,50) se mantiene durante dos años.

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Otra de las novedades de mayor calado es la creación del permiso de conducir digital, accesible desde el móvil, con el objetivo de que se convierta gradualmente en el formato principal en la UE. Aun así, los conductores mantienen el derecho a pedir un carné físico que debe expedirse en un plazo máximo de tres semanas.

“Para 2030, la nueva directiva introducirá un permiso de conducir digital, ofreciendo a los ciudadanos plena libertad de elección entre una aplicación y una tarjeta física”, ha indicado Jutta Paulus, eurodiputada ponente sobre la actualización del permiso de conducir.

La reforma aprobada por el parlamento también pretende perseguir con mayor eficacia la conducción temeraria en el extranjero. De este modo, la retirada, suspensión o restricción del permiso de conducir que se produzca en cualquier país de la UE se comunicará al país que lo expidió, con el fin de garantizar la aplicación transfronteriza de las sanciones.

Para ello, las autoridades nacionales deberán informarse mutuamente sobre las decisiones de inhabilitación relacionadas con las infracciones de tráfico más graves, como conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, participar en un siniestro de tráfico mortal o el exceso de velocidad.