Conducir de noche: ¿se puede llevar la luz interior encendida?

Es un gesto natural. Cuando la luz natural no es suficiente, el copiloto o los ocupantes de los asientos traseros encienden la interior para leer o para realizar cualquier otra actividad que no interfiera en la conducción. ¿Está permitido?

No es un asunto menor, puesto que protagoniza una de las preguntas que pueden aparecer en el examen teórico que se debe superar para obtener el carnet de conducir: circular de noche con el alumbrado interior encendido, ¿es peligroso?

• No, porque descansa la vista.
• Sí, porque veo peor.
• No, porque evita el deslumbramiento.

La respuesta correcta es la segunda. El uso de la luz interior se desaconseja cuando se circula de noche. ¿La razón? El contraste que se genera entre el habitáculo alumbrado y el exterior, que está en penumbra, puede distorsionar la visión y esto supone un peligro para la conducción.

Las luces de cortesía del coche

Conocidas, también, como luces de cortesía, el alumbrado interior es el destinado a la iluminación del habitáculo de forma que no produzca deslumbramiento ni moleste a los demás usuarios de la vía.

Deben ser de color blanco y las más habituales son las que se ubican en el techo del habitáculo: tanto en la parte delantera como en la trasera. Permiten a los ocupantes, como se apuntaba antes, leer o llevar a cabo cualquier otra acción

La delantera suele tener tres posiciones: una en la que la luz interior está siempre desactivada, otra en la que se enciende cuando se abren las puertas y una última en la que está activa permanentemente, incluso si el coche está cerrado.

Multas: de 80 a 200 euros

El Reglamento General de Circulación (RGC) no se pronuncia, concretamente, acerca del uso de la luz interior mientras se conduce… sobre todo de noche. Por lo tanto, hay que aplicar el sentido común: si llevarlas encendidas reduce la visibilidad del conductor, por el contraste del que se hablaba anteriormente, o molesta al resto de usuarios, hay que apagarlas.

Conviene ser consciente de esto porque el RGC sí habla, de forma específica, sobre las sanciones que implica el uso incorrecto de la luz de cortesía de los coches. Las multas oscilan entre los 80 y los 200 euros para los casos más graves: la cantidad final dependerá, eso sí, de la consideración final de los agentes de tráfico.