6 cosas que haces peor que un conductor novato

Muchos automovilistas salen de la autoescuela con dudas, pero también con las normas mucho más frescas. Estas seis situaciones lo demuestran.

conductor novato

Un conductor inexperto tendrá dudas, pero hay cosas que hace mejor que el veterano.

Después de los nervios del examen, después de aprobar a la primera (o a la cuarta), el conductor novato sale a la carretera y se enfrenta a las incertidumbres de lo nuevo sin otros pedales que frenen por él.

Entonces surgen los miedos. Por eso la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster) ha enumerado los conceptos que más dudas generan en los conductores noveles y que los expertos, supuestamente, tienen dominados.

Esta es la lista de esos terrores y, sobre todo, la solución de un experto. Pero ¿seguro que tú lo tienes todo claro? Porque toda realidad tiene un reverso, y muchas veces el conductor novel sale de la autoescuela con las cosas más claras que uno experimentado. Puede que algunas cosas las hagas como un novato (o peor) y no lo sepas.

1. Hacer un adelantamiento

Conocer esta maniobra resulta fundamental en carreteras convencionales para evitar accidentes graves. Así la explica Roberto Ramos, experto en seguridad vial de la Confederación Nacional de Autoescuelas: “Hay que plantear el adelantamiento desde una distancia que nos permita ganar velocidad. Cuando estemos casi pegados (y muy seguros de que podemos adelantar), debemos señalar la maniobra con el intermitente e invadir el carril contrario. Mientras dure el adelantamiento es obligatorio apagar el intermitente, y mucha gente no lo recuerda. Por último, cuando hayamos rebasado al vehículo que llevábamos delante, volveremos a poner el intermitente para regresar a nuestro carril”.

Y hay otros aspectos que el conductor novato tiene más frescos que el veterano. Por ejemplo, “no hay que pegarse en ningún caso al vehículo precedente y no solo por seguridad, sino porque está prohibido por el código de circulación”.

Además, aunque no veamos señales verticales que impidan adelantar, hay situaciones en que está prohibido por norma, “como cuando circulamos y hay intersecciones en las que no tenemos prioridad”.

Y si el vehículo al que queremos rebasar circula a la velocidad máxima permitida, también está prohibido adelantarlo. Porque la posibilidad de superar en 20 km/h el límite de velocidad de la vía solo existe en el supuesto contrario: cuando el vehículo precedente no alcance la velocidad máxima de la carretera.

Entre la puesta y la salida del sol, siempre con luces, es una de las recomendaciones para un buen conductor.

2. Conducir de noche

Para la conducción nocturna hay una norma básica que no se le escapa a nadie, ni al conductor novato ni al experto: tenemos que encender las luces para ver y ser vistos. Pero, partiendo de esa ley fundamental, existen los matices.

“Entre la puesta y la salida del sol es obligatorio llevar, al menos, las luces de posición y cruce. No vale con el alumbrado de día que ya incorporan muchos vehículos. Muchos conductores la mantienen como si sustituyera a las de cruce”.

“Cuando circulemos en lugares donde no deslumbremos a nadie, vayamos a más de 40 km/h y la una vía esté insuficientemente iluminada, es obligatorio encender las luces de carretera [las largas]. Hay quien la enciende a capricho, pero en esa situación es obligatorio encenderla para ver más”.

“Si alguien nos ha deslumbrado, debemos frenar hasta llegar a una velocidad que, con la visión que nos queda, nos permita detener el vehículo dentro de la zona iluminada que tengamos. Debemos reducir la velocidad en función de ese delumbramiento. Aunque parezca raro, mucho más peligroso es continuar a ciegas.

3. Conducir con mal tiempo

Llueve, hay niebla o nieve. ¿Cómo actuar en ese caso? “Aquí es más importante ser vistos que ver. En el momento en que se reduzca sensiblemente la visibilidad estamos obligados a poner las luces de posición y cruce. Y siempre es recomendable usar los antiniebla delanteros”.

“Cuando la meteorología sea especialmente desfavorable, es decir, nieblas densas o lluvias muy intensas, estamos obligados a encender el antiniebla trasero. Y también estamos obligados a apagarlos cuando desaparezcan esas circunstancias”.

“Aparte de eso, en cuanto se humedece el asfalto, debemos alejarnos mucho más de los otros vehículos de lo que ya deberíamos hacerlo normalmente. De esto nos damos cuenta cuando de verdad tenemos que frenar, porque el agarre de los neumáticos disminuye muchísimo”.

4. Señalizar una situación de emergencia

El conductor novato tiene muy claro cómo señalizar una situación de emergencia, al menos en teoría, porque en las autoescuelas se enseña y «en los exámenes se pregunta muchísimo”, señala Roberto Ramos.

“Hay una regla nemotécnica muy fácil, que es el PAS: proteger, alertar y socorrer. Siempre nos vamos a socorrer, con toda nuestra buena fe, nos vamos a ayudar a alguien que está con problemas y hay muchos atropellos por esta circunstancia”.

“Lo que tenemos que hacer es dejar nuestro vehículo con la señal de emergencia puesta, colocar los triángulos de preseñalización, ponernos el chaleco reflectante y, cuando ya hemos hecho eso, avisamos a las autoridades”.

“Cuando la situación está controlada es cuando podemos socorrer, pero lo más inteligente es generar una situación de tranquilidad y esperar a que vengan los equipos de emergencia”.

La varilla del aceite es el testigo que nos puede evitar graves problemas.

5. Mirar el nivel del aceite (y otros líquidos)

Conviene hacerlo habitualmente porque quedarse sin aceite puede traer consecuencias muy negativas. “Lo ideal es que estén más cerca del máximo que del mínimo, pero hay unos niveles tolerables, así que no hay ningún peligro. Que nadie se alarme si comprueba que está entre el mínimo y el máximo”.

Para comprobarlo, hay que hacerlo en un terreno llano y como mínimo cinco minutos después de parar el motor, bien en el cuadro de instrumentos (si tiene esta opción), bien mirando la varilla de nivel. En ese caso, hay que sacarla para limpiarla, volver a meterla y entonces observar dónde llega el aceite. Si está cerca del máximo, no hay problema.

6. Echar gasolina

Rellenar el depósito es una acción rutinaria para los conductores, pero no siempre se hace bien. Ni mucho menos. Por si acaso lo estás haciendo mal, estas son las claves que un conductor novato acaba de aprender. “Dejamos el vehículo totalmente inmovilizado, ponemos el freno de estacionamiento y quitamos las llaves. El coche tiene que estar perfectamente detenido y no debemos dejar nada eléctrico encendido (la radio o las luces) ni por supuesto podemos usar el móvil”, explica Roberto Ramos.

 

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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