Según las compañías de seguros, los conductores con más posibilidades de tener un accidente de tráfico son los jóvenes menores de 25 años (con menos de cinco de antigüedad de carné) y los mayores de 65 años. Un cóctel de inexperiencia y comportamientos arriesgados, en el primer caso, y de reducción de habilidades físicas por la edad, en el segundo, convierten a estos dos colectivos en los más peligrosos sobre el asfalto, tanto para ellos mismos como para el resto de los conductores.
La inexperiencia provoca accidentes
Los jóvenes siguen ostentando la mayor cuota de siniestralidad de España y de Europa. Además, no solo son los que más mueren en accidentes de tráfico, también son los que más provocan que otras personas fallezcan. Esta teoría ha sido reafirmada en el Observatorio Europeo de Seguridad Vial, realizado por la Comisión Europea.
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En este informe destaca que la tasa de mortalidad de los conductores noveles, con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, es el doble que la de los conductores más experimentados y que por cada joven fallecido en un accidente mueren 1,3 personas.
Los siniestros en los que están implicados los jóvenes suelen estar provocados por exceso de velocidad, pérdida de control del vehículo, estrés y distracciones. El consumo de sustancias es también un desencadenante de estos accidentes de tráfico, que ocurren en un alto porcentaje en horario nocturno.
Sumar años, restar reflejos
Los conductores de más de 65 años son el otro gran grupo con más riesgo en la carretera. La probabilidad de sufrir o provocar un accidente aumenta a medida que se van cumpliendo años, siendo los 75 la edad en la que se agravan ambas situaciones. Aunque los conductores longevos cuentan con más experiencia, circulan por vías menos transitadas y principalmente de día, el deterioro físico provocado por la edad aumenta las posibilidades de tener un siniestro. Una menor visión, pérdida de reflejos, disminución de la agudeza auditiva, problemas de movilidad que restan soltura en las maniobras… son algunas de las patologías que aparecen con la edad y complican la conducción.
Sumar años tampoco ayuda en la gravedad tanto del accidente como de las lesiones sufridas: la tasa de mortalidad entre los conductores de más de 75 años es más de cinco veces superior a la media para los conductores en general, y su tasa de lesiones la duplica.
Además, los conductores sénior suelen tener coches más antiguos y los utilizan ocasionalmente, lo que no contribuye a la seguridad vial. Un estudio de la Universidad de Barcelona (Longevidad de los conductores y antigüedad de los vehículos: impacto en la severidad de los accidentes) refleja que las personas de más de 75 años que conducen vehículos de más de 12 años son los que más riesgo tienen de sufrir un accidente.
¿Qué pasa con la ‘edad media’?
A pesar de que tanto los conductores jóvenes y noveles como los mayores son los más peligrosos sobre el asfalto, ambos no son los grupos de conductores más implicados en un accidente de tráfico con víctimas. De acuerdo con las estadísticas de la DGT, en 2018 los varones de entre 35 y 39 años protagonizaron la mayor parte de los siniestros, tanto en vías urbanas como interurbanas. El segundo grupo de edad con más siniestralidad estuvo formado por hombres de entre 40 y 44 años, y el tercero se situó en una franja de edad comprendida entre los 25 y 29 años, varones también.
Sin embargo, la mayoría de los siniestros protagonizados por estos tres grupos de edad no son graves. Un estudio realizado por Unespa, la patronal aseguradora, concluye que los conductores que provocan los accidentes más graves son los que se encuentran entre los 46 y los 55 años: en concreto, el daño corporal que sufren es casi un 70% más grave que un accidente de gravedad promedio.
Mujeres y hombres
Con las estadísticas en la mano, las mujeres siguen siendo más seguras al volante. Los conductores varones tienen una tasa de mortalidad que duplica a la de las conductoras, ponen más en riesgo la vida de los ocupantes de los vehículos y sufren el doble de accidentes que las mujeres. Estos datos son del informe Mujeres conductoras en España, realizado por la Fundación Eduardo Barreiros y la Universidad Politécnica de Madrid.
Así, si observamos las estadísticas de la DGT de 2018 centrándonos en la accidentalidad exclusivamente de las conductoras implicadas en accidentes con víctimas, el grupo de edad que más siniestros registró en vías interurbanas y urbanas fue el comprendido entre los 35 y 39 años, seguido del de 40 a 44 años y del de 25 a 29 años. En todos estos casos estamos hablando de cifras que, salvo en el segmento de las conductoras más jóvenes, son menos de la mitad en comparación con las registradas por los varones.
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