La curiosa función de estos plásticos de las carreteras que casi nadie conoce

Las autovías y carreteras están llenas de señales, protectores y otros objetos que contribuyen a una circulación segura. Cada elemento colocado en una vía tiene una función específica, no se colocan sin motivo.

Descubrir el significado que hay detrás de estos objetos siempre sorprende a una amplia gama de conductores. Pese a transitar a diario por estas vías, no todo el mundo sabe para qué sirve cada elemento con el que se cruza en carretera. Por ejemplo, las flores que se usan para separar carriles, las adelfas, no están ahí plantadas por cuestiones baladíes.

Hay otro dispositivo, por así llamarlo, que es muy común en las autovías y del que muy pocos conductores conocen su significado. Y eso que lo ven prácticamente todos los días, ya que estos plásticos suelen estar colocados a lo largo de los guardarraíles o quitamiedos de las carreteras y cumplen una importante función.

Se trata de una especie de ‘palos’ fabricados en plástico, como si fueran la pala de un remo. Habitualmente son de color verde y se colocan en fila, uno detrás de otro, a lo largo de todo el guardarraíl. Aunque parezca mentira, el trabajo que desempeñan alivia a todos los conductores por igual.

Una función vital para la seguridad

La función principal de estos plásticos es evitar que los conductores de uno y otro carril, cuando se cruzan al circular por carreteras de doble sentido, se deslumbren. Tal y como están colocados, crean una suerte de pantalla opaca que evita que la luz de los vehículos que marchan en la dirección contraria llegue a molestar a los ocupantes del otro carril.

Igualmente, están fabricados en un material reflectante, por lo que ayudan a los conductores a ver el final del carril. Son especialmente útiles de noche, pero también ayudan durante el día a los conductores, siendo una suerte de guía visual mucho más visible por encima del guardarraíl.