Se trata de la primera medida contra los coches zombis. A partir de abril, cuando un propietario tramite una baja temporal, la Dirección General de Tráfico se pondrá en contacto con él para informarle acerca de su situación legal y de los problemas que le puede acarrear un uso inadecuado de su coche. En particular, y como llamada de atención, la nota que enviará Tráfico indicará que “solo la baja definitiva […] garantiza que el próximo año no se genere el recibo del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica”.
Esta primera actuación de la DGT da respuesta a la preocupación del sector por el gran aumento de las bajas provisionales. En 2004 representaban el 5% de los casos; en la actualidad el volumen es del 50%. Son los coches zombis: se supone que existen, pero no se sabe dónde están.
Más información
Esta situación, sobrevenida en parte por la facilidad del trámite, que se realiza por Internet, oculta varios problemas posibles. En menor medida, algunos conductores siguen usando sus vehículos fuera de la ley, ya que están sin asegurar y no pasan la ITV; en la mayoría de casos, lo que se produce es el despiece ilegal de los turismos. Y solo los centros autorizados de tratamiento de vehículos pueden desguazarlos, y además son ellos también los que se encargan de tramitar las bajas definitivas.
La Asociación Española de Desguazadores y Reciclaje del Automóvil (AEDRA) señala que el uso fraudulento de las bajas temporales perjudica “a toda la sociedad” por “la merma en ingresos fiscales” y, más allá de eso, genera problemas como el desguace de vehículos sin respetar “el más mínimo tratamiento y praxis medioambiental”, así como la venta de piezas y componentes “sin control de calidad ni garantía para el comprador”.
Más de 400.000 vehículos aparecen registrados en Tráfico como bajas temporales de más de cinco años, lo que invita a sospechar –en opinión de AEDRA, que aglutina la mayoría de centros autorizados de tratamiento– que en realidad esos automóviles ya no existen físicamente. En estas circunstancias, los titulares desconocen la situación y tampoco saben qué ha ocurrido con la documentación del coche, que por lo general se utiliza para vender vehículos robados con apariencia de normalidad.
La baja temporal, no obstante, es un trámite que puede usarse en los tres supuestos que prevé la DGT. En primer lugar, cuando el vehículo vaya a dejar de circular durante un tiempo, puesto que, de este modo, su dueño se ahorra el pago del seguro, de la ITV y del impuesto de circulación. También se tramita la baja temporal en caso de robo –hasta que el vehículo aparezca– y por último cuando se entrega a un negocio de compraventa, que debe encargarse después de la baja definitiva.
La regulación actual sin embargo no es capaz de impedir las prácticas comunes de algunas empresas ilegales, que hacen creer al propietario que la baja se ha tramitado como definitiva y que su coche se ha achatarrado. Como señala AEDRA, el usuario “no suele descubrir el engaño, ya que no existe un límite temporal para este tipo de bajas” y nadie le advierte de que su vehículo todavía existe, al menos desde el punto de vista legal.
Además, “la mayor parte de los Ayuntamientos no cobran el impuesto de circulación a los vehículos que se encuentran en esta situación”, por lo que se da la sensación de que el trámite está hecho correctamente. La nueva comunicación de la DGT servirá al menos para alertar a los propietarios de la posibilidad de que su vehículo haya sido desmontado y permanezca en un limbo administrativo de difícil control.
Las futuras medidas
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram