Las hendiduras en el asfalto que causan un particular traqueteo en el coche (y alertan al conductor de que se va de su carril) se extenderán por toda la red estatal, vías secundarias incluidas. Ese es el objetivo al menos del Ministerio de Transportes, que a través de la Dirección General de Carreteras (DGC) impulsa la instalación de bandas sonoras fresadas en el mayor número de vías posible.
Esta intervención se realiza desde hace tiempo, pero ahora el organismo establece el modo oficial de raspar la carretera. Juntas, una tras otra a lo largo de los metros, estas pequeñas depresiones en el suelo se transforman con éxito en el aviso físico de un riesgo. El ministerio cita “estudios internacionales” que constatan “disminuciones de hasta un 80% en la accidentalidad con víctimas” por salidas de la vía.
Bandas sonoras y carreteras que perdonan
Tal y como las ha diseñado el ministerio, con sus medidas exactas y las posibles ubicaciones, las bandas sonoras se ejecutan mediante el fresado en el pavimento de la carretera “produciendo resaltes negativos”.
Cuando un vehículo pasa sobre ellas, los efectos acústicos y mecánicos sobresaltan al conductor y le avisan de su error. En definitiva, refuerzan el mensaje transmitido por las marcas viales que delimitan los carriles.
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Esta mínima alteración del asfalto forma parte de la idea carreteras que perdonan. Se asume que los automovilistas se equivocan o se despistan; el propósito es que los fallos no resulten en un accidente o que este, al menos, sea menos grave.
Entre las ventajas de las bandas sonoras fresadas (a diferencia de las elaboradas con pinturas especiales o pequeños resaltes), el ministerio menciona su eficacia en la conducción nocturna, el bajo coste de ejecución y la escasa necesidad de mantenimiento, debido a su alta resistencia a la degradación.
La prioridad de la DGC es implantar medidas que no solo aminoren las consecuencias de un siniestro, sino que disminuyan las probabilidades de que el accidente llegue a producirse.
Y las bandas sonoras fresadas –sostiene Carreteras– son las mejores para reducir la posibilidad de que un vehículo se vaya por el arcén: su efecto sonoro es mayor. Con ellas, el retemblar de las ruedas llega hasta las cabinas de los camiones más pesados.
Menos siniestros
A la vista de los datos de la Dirección General de Tráfico, un 36% de los siniestros mortales se produce tras una salida de vía, y los choques frontales y frontolaterales suponen un 22% de los casos.
Por eso, la propuesta de extender las bandas sonoras fresadas (más la señal que las acompañará) incluye la opción de crearlas en mitad de la calzada. También en las en las vías de doble sentido donde se permita el adelantamiento. Será un modo de decir a los conductores que se piensen un par de veces la maniobra: que comprueben si es legal y si de verdad merece la pena intentarla.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).