El método de moda para el robo de coches: cómo detectar un localizador GPS

Muchas sustracciones de vehículos se planifican mediante localizadores GPS, ya que ofrecen la ubicación exacta del turismo en tiempo real.

Robo
La sofisticación y las últimas tecnologías se están utilizando cada vez más para el robo de vehículos | Getty Images

Según las estadísticas, en España se roban 100 vehículos diarios, una cifra que aunque elevada se encuentra muy por detrás de los países del entorno como Italia, Francia y Grecia, en los que se sustraen alrededor de 500 unidades diarias. España ocupa la decimoséptima posición en la clasificación europea.

Según el Ministerio del Interior, la forma más común de cometer los robos sigue siendo de carácter improvisado, aunque se encuentran en pleno crecimiento las sustracciones que se ejecutan mediante una planificación previa. Estas ya alcanzan al 15% de los vehículos, y una de las formas más usadas es la de colocar un localizador GPS en el automóvil que se quiere afanar.

Los localizadores GPS son una de las mejores herramientas para localizar y recuperar vehículos robados, con una precisión de pocos metros, gracias a la trilateración que determina la posición del objeto valiéndose de las señales de cuatro o más satélites. Pero, actualmente, los ladrones están aprovechando estos dispositivos para cometer robos.

¿Cómo funciona un localizador GPS?

Estos aparatos disponen de dos elementos bien diferenciados. Por un lado, una antena GPS (interna o externa) que determina la posición exacta del dispositivo y un módem GSM / GPRS que envía la posición mediante datos a una plataforma de seguimiento o un teléfono monitor.

Los localizadores GPS son dispositivos que trabajan enviando las posiciones en cada momento en oleadas, es decir, cada cierto tiempo y de manera sistemática. Van desde intervalos de entre 10 y 60 segundos hasta los 20 minutos. Gracias a esta señal y a la actividad de los satélites, se ubica la posición en el globo terráqueo.

Tipos de localizadores GPS

En el mercado se pueden adquirir diferentes tipos de localizadores, dependiendo del uso y la autonomía que ofrezcan. Aunque la clasificación primordial es según la transmisión de datos que proporcionan:

  • Localizador GPS con tarjeta SIM: los datos se transmiten mediante una tarjeta SIM ubicada en su interior. La gran mayoría hacen uso de la red 2G, aunque los últimos modelos recurren al wifi, el bluetooth o las redes 3G. Son los más comunes por su precio y la amplia cobertura que soportan.
  • Localizador GPS satelital: su principal ventaja es que pueden operar en lugares donde no existe cobertura GSM, ya que no usan tarjeta SIM. Se emplean para el seguimiento de contenedores marítimos o de vehículos que circulen por puntos remotos.
  • Localizador GPS ‘logger’: este tipo es el más difícil de detectar, puesto que no envía datos. Las posiciones quedan almacenadas en tarjetas micro-SD que posteriormente deben ser volcadas en un PC para conocerlas. No permite el seguimiento en tiempo real.

Cómo detectar un rastreador GPS en el coche

La sofisticación para hacerse con automóviles de alta gama empieza a ser una constante. Una de las más usadas, es la de colocar un rastreador GPS en el coche de la víctima.

Además de los tipos de localizadores que se han descrito, también están haciendo uso de tecnologías que se encuentran al alcance del gran público. Una de las más aprovechadas es la de los AirTags de Apple.

Se trata de un pequeño dispositivo de rastreo pensado para localizar objetos que se han extraviado mediante una señal segura de bluetooth. Se pueden adquirir en las tiendas de la firma de la manzana desde 30 euros.

Hay dos maneras principales para averiguar si en un vehículo han colocado un dispositivo de rastreo: una inspección minuciosa o los detectores de radiofrecuencia.

Inspección del coche

  • Inspección minuciosa del chasis y la carrocería: estos dispositivos se pueden fijar a las ruedas, ejes, tuberías, grietas o juntas en los bajos del vehículo. También en el habitáculo.
  • Mecánico de confianza: si la búsqueda no ha dado sus frutos, llevar el coche al taller y que realicen una búsqueda profunda en el cableado, las partes mecánicas y el motor. Un rastreador GPS puede pasar desapercibido para cualquier persona sin un ojo experto.

Dispositivo RF

Los detectores de radiofrecuencia son dispositivos que se emplean para detectar la presencia de ondas de radio, ya sean en medios de transmisión físicos inalámbricos o por cable. Se pueden encontrar en tiendas de electrónica por poco más de 30 euros. Una vez comprado, se debe proceder así:

  • Estacionar el vehículo en un lugar apartado: llevar el automóvil a una ubicación remota donde no haya otras señales de GPS, como los dispositivos de seguridad de las tiendas, los semáforos, las cámaras de seguridad y los sistemas GPS de otros automóviles. 
  • Conectar el detector de radiofrecuencias: se debe de vincular a la fuente de energía del coche y ajustarlo para que detecte las señales salientes. Las señales de un rastreador GPS pueden enviarse cada pocos segundos o cada 20 minutos. Si tras media hora de medición no hay una señal, el automóvil no tiene un dispositivo de rastreo.

Una vez encontrada la señal, se deberá localizar el localizador GPS a mano. Suelen tener un tamaño de entre una caja de cerillas a una moneda de dos euros, por lo que habrá que remover ciertas partes del vehículo, como los paneles de las puertas, la columna de dirección e incluso el cuadro de mandos. También hay que examinar los asientos, debajo de las alfombras y pedales y en el maletero.

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