¿Conducen los españoles peor que el resto de los europeos?

Un estudio del RACE compara los principales hábitos al volante de automovilistas de quince países de la Unión Europea.

Sueño

Descansar cuando es necesario resulta básico en los desplazamientos largos.

Como una leyenda urbana más, se podría pensar que los conductores españoles son más atrevidos o indisciplinados que otros del entorno europeo, quizá por aquello de la sangre caliente y cierta laxitud en algunos hábitos… Pero la realidad se distancia a menudo de los prejuicios, así que resulta que los españoles no son, ni mucho menos, los peores automovilistas entre los 15 países analizados en el estudio anual que realiza el Real Automóvil Club de España (RACE), en colaboración con la Asociación de Bebidas Refrescantes y el apoyo de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Una encuesta que se centra en gran parte en la fatiga y la somnolencia al volante pero que también recoge otros aspectos esenciales que permiten realizar un perfil bastante preciso sobre los automovilistas entre 18 y 75 años, de ambos sexos y con una muestra de 3.368 entrevistas realizadas de forma digital en España, Portugal, Francia, Italia, Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Polonia, República Checa, Reino Unido, Austria, Bélgica, Países Bajos y Suiza.

España ha descendido a la octava posición en la clasificación de fallecidos en la carretera, con una cifra de 39 muertos por cada millón de habitantes, que se sitúa por debajo de la media de la zona europea de 51 por millón. Suecia es el país con mejores resultados en este parámetro, con sus 25 muertos por millón de habitantes, seguido por Gran Bretaña (27) y Dinamarca (32). En el extremo contrario, Rumanía llega a los 99 muertos por millón, cerrando una tabla en cuya zona más baja también aparecen Bulgaria (89) y Croacia (80).

El 90,1% de los europeos utiliza su coche de forma regular, haciéndolo sólo de forma esporádica el 9,9% restante. Los españoles están por encima de ese promedio, ya que el 91% asegura recurrir a su automóvil para desplazarse, siendo los italianos los más activos en este sentido al alcanzar el 97%. En cuanto al tipo de la utilización, el 78,9% de los europeos la centran en viajes de ocio y el 11,6% en traslados profesionales, porcentajes muy similares a los del caso particular de España.

Los españoles realizan un promedio de 11,7 desplazamientos al año de más de 200 kilómetros, en concreto de una distancia media de 356 kilómetros para completar 4.165 kilómetros anuales en este tipo de traslados. Los que más viajan de este modo son los suecos, que llegan a 5.159 kilómetros. Y aunque las plataformas de coches compartidos ganan terreo poco a poco, el 64,4% de los europeos sigue decantándose por el coche particular para sus viajes, aunque suponga un gasto superior respecto a otras opciones. Un porcentaje que se eleva hasta el 72,8% en España.

En lugar de descansar, muchos conductores intentan resistir el sueño.

Una vez en ruta, los conductores españoles paran a descansar tras un promedio de viaje de dos horas y siete minutos, colocándose así en la cuarta posición de una tabla que lideran los portugueses (1h 45m) y cierran los suizos y austriacos (2h 13m). En España esos descansos son de entre 10 y 15 minutos en el 34% de las ocasiones, tiempo que está por debajo de los habituales en otros once países y sólo superiores a Finlandia, Polonia y Gran Bretaña.

La situación extrema llega con el 5,2% de los europeos que reconoce que casi siempre se queda dormido durante un viaje largo, porcentaje que en España se reduce al 2,3%. Igualmente resulta preocupante que el 27% de los encuestado admite que no se detiene a descansar antes de las cuatro horas ininterrumpidas al volante. En lo que los españoles destacan favorablemente es en buenos hábitos previos a afrontar un viaje largo, como son una planificación adecuada del mismo (83%), descansar convenientemente antes de ponerse en marcha (78.6%), buscar las horas de tráfico más fluido (64,7%) y compartir los tiempos de conducción (29,5%). En todos los casos, son resultados por encima de la media europea.

El país donde se han producido un mayor número de accidentes por fatiga al volante es Finlandia (24,7%) y en el que menos, Portugal (4,9%), ocupando España la undécima posición con un porcentaje del 10,80%. El perfil del conductor que sufre este tipo de accidentes es el de un hombre de entre 18 y 24 años, que conduce de forma esporádica, viaja por razones de trabajo, no ha descansado después de más de cuatro horas de conducción y no le dedica a esta necesidad más de cinco minutos.

El consumo de alcohol sigue siendo un grave problema de seguridad vial.

Otro dato inquietante es que el 43,5% de los europeos reconoce haber conducido en alguna ocasión después de consumir alcohol, haciéndolo siempre o casi siempre nada menos que un 22% de ellos. En el caso de España, este último dato se limita al 14,4%, mientras que los franceses (32,9%) y los británicos (27,5%) son los más proclives a conducir bajo los efectos del alcohol. Los más responsables en este aspecto esencial de la seguridad vial son los conductores checos (6,3%).

Por último, el estudio del RACE permite tener algunas pistas bastante claras sobre los síntomas más frecuentes que nos indican la aparición de la fatiga al volante y, por tanto, la necesidad de detenerse a descansar: moverse en el asiento, calambres musculares, sensación de extremidades dormidas, picor de ojos y visión borrosa, deshidratación y somnolencia.

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Raúl Romojaro

Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.

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