Por norma general, y desde hace algunos años, cualquier vehículo a motor con cuatro ruedas tiene tres espejos retrovisores. Pero ¿son obligatorios todos ellos? Lo cierto es que no.
Es el reglamento general de vehículos el que establece las normas al respecto, y hace hace referencia a la obligatoriedad de su uso, la cantidad de retrovisores, sus medidas e información adicional respecto al tema.
Espejos obligatorios
En los turismos, los vehículos se suele utilizar por norma general un conductor particular, y vehículos de hasta nueve plazas, solo son obligatorios el izquierdo y el interior. El derecho es opcional.
La norma cambia en el caso de las autocaravanas y caravanas, pues su configuración hace que la visibilidad trasera interior sea mala, cuando no directamente nula. Por eso, son obligatorios tanto el izquierdo como el derecho. Idéntica situación es la de los autobuses.
¿Y en los camiones?
Respecto a los camiones, depende de su tamaño. En los de hasta 3,5 toneladas son obligatorios el izquierdo y el interior, mientras que en los de entre 3,5 y 7,5 toneladas son obligatorios el izquierdo y el derecho. En los de más de 7,5 toneladas, por último, hay que llevar el izquierdo, el derecho, el de proximidad y el gran angular.
Pasando al terreno de las dos ruedas, la vara de medir se encuentra en la velocidad máxima que pueden alcanzar: 100 km/h. Si no llegan a ella (como es el caso de los ciclomotores) solo tienen que llevar por obligación el izquierdo; si la superan, han de llevar los dos.
¿De cuánto es la multa por no llevar espejo?
La sanción por no llevar uno de los espejos retrovisores obligatorios es de 200 euros, aunque con pronto pago se puede reducir a la mitad. El mayor inconveniente es que, en función de cómo juzguen el peligro que supone el vehículo sin el retrovisor, los agentes pueden llegar a inmovilizarlo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.