La mayoría de los conductores pone a punto su coche antes de las vacaciones de verano, pero no son tantos los que hacen lo mismo cuando termina este período de descanso. Y es que dentro de esta tarea de mantenimiento entra el vaciado del maletero: ¿por qué es tan importante?
El verano es la época de los viajes por excelencia. Los vehículos suman kilómetros… y sus maleteros acumulan objetos que quedan en el olvido y permanecen ahí durante el resto del año. Razón por la que es necesario revisar todo lo que se ha ido guardando para deshacerse de aquello que no se necesita en el día a día.
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Más consumo y menos autonomía
Todo el equipamiento necesario para afrontar un día de playa (sillas, sombrilla, neveras, juguetes…) no es necesario en los meses más fríos del año. Tampoco es aconsejable lleva las cadenas de nieve para circular en verano. Lo mismo sucede con el material deportivo que no se utiliza a diario o las herramientas que, en algún momento, sirvieron para hacer alguna reparación en el vehículo.
Por ejemplo, un set de palos de golf puede llegar a los 15 kilos, una silla infantil oscila entre los 10 y los 15 kilos, mientras que un monopatín ronda el kilo y medio.
Este peso extra se traduce en un mayor gasto de combustible (gasolina y diésel) y una merma en la autonomía del coche cuando se trata de un eléctrico. Algo que se puede evitar con un sencillo gesto para ahorrar que muchos conductores olvidan: vaciar el maletero y no convertirlo en un almacén.
Así afecta el maletero al consumo
La explicación es sencilla. Esos kilos de más obligan al motor a realizar un esfuerzo mayor del habitual para mover el vehículo. O lo que es lo mismo: para recorrer el mismo trayecto, el coche necesitará más combustible. Es cierto que, sin todos esos bultos, la cifra de consumo no bajará notablemente, aunque el depósito durará más.
Son varios los estudios que existen sobre el tema y cuyas conclusiones apoyan la necesidad de hacer limpieza en el maletero tras las vacaciones para dejar en él lo básico. Según el RACE, conducir con 100 kilos innecesarios hace que el consumo de un coche de tamaño medio se dispare hasta un 6%.
Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) desvela que, por cada 50 kilos adicionales, el consumo puede aumentar entre un 1 y un 2%. Y, en su momento, Chevrolet aseguró que 100 kilos extra implica gastar un 2% de combustible.
La ubicación también es importante
No sólo hay que llevar lo imprescindible, también hay que colocarlo correctamente. Lo más voluminoso y pesado tiene que situarse al fondo y en el centro para que el eje principal asuma la mayor parte de la carga. Los bultos más ligeros irán alrededor y en la parte exterior.
Esta distribución no afecta únicamente al consumo, también al comportamiento del vehículo. Hay que tener en cuenta que los kilos extra incrementan la distancia de frenado, además de reducir la estabilidad y el equilibro.
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