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Algunos conductores obligados a presentar la declaración de la renta podrán desgravarse la mitad del IVA y otros deducirse un 15% en el IRPF, pero probablemente también tendrán que devolver parte de las subvenciones recibidas. El plazo de presentación de la renta 2024 se abre el 2 de abril y termina el 30 de junio, y el resultado para los automovilistas dependerá de varios factores. ¿En qué casos sale a pagar y en cuáles a ingresar?
Para la gran mayoría de los propietarios, la compra de un coche no obliga a mantener ninguna relación directa con la Agencia Tributaria. En cambio, quienes hayan recibido la subvención del Plan Moves III sí deberán declararlo en la renta, y hay otros casos particulares que afectan a autónomos, personas con discapacidad y conductores que usan coches de empresa, según recopila el portal transaccional Coches.net.
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Por segundo año consecutivo, el Gobierno mantiene activa la deducción del 15% del IRPF por la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables, modelos de autonomía extendida o vehículos de hidrógeno, incluidos cuadriciclos y motocicletas. Los propietarios pueden recuperar un 15% del valor del vehículo hasta un máximo de 3.000 euros.
La medida incluye también la instalación de puntos de recarga en el domicilio; en este caso, la base máxima de esta deducción es de 4.000 euros.
Beneficiarios del plan Moves III
El plan Moves III subvenciona la compra de coches eléctricos con hasta 7.000 euros de ayuda, que se quedan en 5.500 euros para los modelos híbridos enchufables. Estas aportaciones deben declararse a Hacienda como ganancia patrimonial y, por lo tanto, están sujetos a gravamen. Las cantidades ingresadas incrementarán la base imponible, de modo que los compradores tributarán en función de los tramos del impuesto.
Autónomos que usan el coche para trabajar
Los trabajadores autónomos que usan el coche para trabajar pueden desgravar el 50% de las cuotas pagadas durante el año objeto de la declaración. También el 50% del IVA, tanto si el coche se compra como si se elige un renting o leasing.
Si el profesional utiliza el coche como herramienta de trabajo y el vehículo está matriculado a su nombre, la desgravación del IVA es completa. En esta categoría caben taxistas, conductores de transporte privado de personas, representantes comerciales, transportistas o profesores de autoescuela.
A esto se añade la desgravación del impuesto de los gastos de mantenimiento y hasta un 50% de los gastos de combustible. Cuando la gasolina o el diésel se usa para trabajar (transportistas y taxistas, por ejemplo), la desgravación puede llegar al 100%.
Coches de empresa
Cuando un empleado usa un coche matriculado a nombre de la empresa, Hacienda obliga a declarar el 20% del coste anual de adquisición del coche como ingresos en especie; la cantidad se añade a las rentas del trabajo percibidas. Si el coche es propiedad de un tercero (renting, por ejemplo), el 20% se calcula respecto al valor de mercado.
Si se trate de un coche eléctrico o híbrido enchufable de menos de 40.000 euros, se aplica un 30% de descuento en la cantidad que debe declararse. Si el coche es híbrido, la rebaja es del 15%.
Personas con discapacidad
También se benefician de algún tipo de desgravación fiscal las personas con alguna discapacidad o quienes se hagan cargo de ellas: pueden desgravarse el 50% del IVA por la compra de un coche nuevo. En estos casos, la imposición es del 4% en lugar del 21% habitual
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