Aunque todavía no representan una cuota importante del parque automovilístico, cada vez hay más coches eléctricos en circulación. Por lo tanto, cada vez se necesitan más puntos de recarga y una de las opciones ideales es disponer de un cargador en el propio garaje.
Cuando la casa es unifamiliar, no hay ningún problema al respecto. Bastará con comprar el cargador pertinente e instalarlo o en el garaje o en el espacio designado para estacionar el vehículo. Ahora bien, el proceso cambia cuando se trata de garajes comunitarios.
Más información
Que cambien los trámites no quiere decir que sea imposible instalar el cargador en el garaje de la comunidad. Simplemente, hay que seguir otros pasos, empezando por avisar a la comunidad de vecinos. Como sucede con cualquier otra obra, cambio o modificación de un espacio comunitario, es necesario notificar la voluntad de instalar el punto de recarga en el garaje con antelación.
Lo más habitual es colocar el punto de carga en la propia plaza de aparcamiento. El artículo 17.5 de la Ley de Propiedad Horizontal es muy claro al respecto: “La instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos para uso privado en el aparcamiento del edificio, siempre que este se ubique en una plaza individual de garaje, solo requerirá la comunicación previa a la comunidad”.
E, igualmente, ningún vecino podrá oponerse o impedir la instalación del mencionado cargador en la plaza individual, a no ser que se aleguen motivos de seguridad o de otra índole que sí se deban sopesar.
Eso sí, al mismo tiempo que se instala un cargador hay que colocar también el correspondiente contador. Y es que, aunque se pueda enchufar el coche a un enchufe convencional, no se puede utilizar la energía de la comunidad, ya que esa se paga de manera comunitaria. Para solventar este paso, es tan sencillo como solicitar un nuevo contador a la compañía eléctrica y conectarlo con el cargador.
Instalar un contador evita problemas con los vecinos
De lo contrario, puede haber problemas, como está sucediendo en Finlandia, donde los vecinos se están dedicando a desenchufar los coches eléctricos de sus puntos de recarga. El motivo es que piensan que ese consumo eléctrico lo van a tener que pagar entre todos.

El medio finés Iltalehti ha explicado este problema al que se están enfrentando varios conductores de coches eléctricos. Kristel Pynnönen Andersson, experto legal de la Finnish Real Estate Association ha explicado que estas disputas no son raras y cada vez está atendiendo más casos.
Algunos vecinos tienen la sensación que la recarga de los coches eléctricos particulares la acaba pagando toda la comunidad en las facturas mensuales de los gastos comunes, explica Pynnönen. Y es que muchos conductores, en vez de instalar un punto de recarga propio, utilizan los enchufes tradicionales ya existentes cuando es posible.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram