En España, aquellos conductores que entran a una zona de bajas emisiones (ZBE), a pesar de tener el acceso restringido, se enfrentan a multas de 200 euros, que se reducen a 100 con la opción de pronto pago. Algo que no deben temer quienes conduzcan un vehículo con etiqueta ECO o Cero… siempre que todo funcione correctamente.
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Keith Riding tiene 76 años y vive en Hampton, en las afueras de Londres: su barrio se ubica en el suroeste de la zona de emisiones ultrabajas (ULEZ) de la capital británica. Hace un par de años compró un coche eléctrico, un MG ZS, para poder acceder sin problema.
En Navidad, sus hijos le regalaron una matrícula personalizada para su vehículo. La registró en la Driver & Vehicle Licensing Agency (DVLA), el equivalente británico a la DGT, y la inscribió en el sistema de pago automático del Transport for London (TfL) por si tuviera que entrar a la ULE o a la LEZ, la Zona de Bajas Emisiones de la ciudad.
A pesar de ello, en su cuenta bancaria hay un cargo de 625 libras (749 euros, según el cambio actual) por parte del Transport for London (TfL). Se debe a cuatro multas por acceder a la LEZ dos veces y hacer lo mismo en la ULEZ… a pesar de que su coche es eléctrico y las restricciones no le afectan.
El problema: la matrícula personalizada
El propietario del MG ZS apenas lo usa. Tanto es así que las multas corresponden a dos días: 300 libras (360 euros) por entrar dos veces en la zona LEZ y 12,50 libras (15 euros) por acceder las mismas veces a la ULEZ. Si le hubieran captado todos los días del mes, la factura podría ser de 9.000 libras (10.790 euros).

Keith cree que el anterior propietario de la matrícula tenía un vehículo comercial, algo que justificaría las sanciones que le han impuesto a su coche eléctrico. Apunta, además, que podría ser de Irlanda del Norte porque termina con una Z y esto es algo habitual allí.
Problema solucionado
Cuando vio el importe de las cuatro multas, se puso en contacto con Transport for London (TfL) y le dijeron que pusiera una reclamación online.
Posteriormente, el organismo que administra el transporte en la ciudad confirmó que el problema ya se había resuelto. Llevaron a cabo el reembolso de las 625 libras y llamaron a Keith para disculparse por las molestias que le habían causado.
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