La Dirección General de Tráfico (DGT) se prepara para un cambio histórico en la señalización de emergencias en carretera: a partir del 1 de enero de 2026, la baliza V-16 sustituirá definitivamente a los tradicionales triángulos reflectantes. Este dispositivo luminoso, que se coloca en el techo del vehículo y emite destellos visibles a gran distancia, incorpora conectividad para enviar la ubicación del coche a la plataforma DGT 3.0, lo que mejora la seguridad y reduce riesgos para los conductores.
Durante las segunda mitad de las fiestas navideñas y las primeras semanas del nuevo año, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil adoptará una actitud “informativa” antes que sancionadora. Así lo confirmó el director general de Tráfico, Pere Navarro, en una entrevista concedida a Antena 3 la pasada semana, donde subrayó que “el objetivo no es multar, sino avanzar en seguridad”.
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Navarro insistió en que la implantación será “rigurosa, pero flexible”, evitando campañas masivas de control. “No se hizo nunca con el triángulo y no se va a hacer con la V-16”, zanjó.
El Reglamento General de Vehículos establece que deberán llevar la baliza coches, furgonetas, autobuses, camiones y conjuntos no especiales. Para las motocicletas, aunque no es obligatoria, la DGT recomienda su uso por motivos de seguridad. El dispositivo permite señalizar una avería o siniestro sin necesidad de salir del vehículo, reduciendo el riesgo de atropello en vías rápidas.
Multas por no usar la V-16
En cuanto a las sanciones, el jefe provincial de Tráfico de Madrid, Cristóbal Cremades, aclaró el pasado lunes, durante la presentación de la campaña prenavideña contra alcohol y drogas, que la infracción por no disponer de la V-16 será considerada leve y conllevará una multa de 80 euros, que se reducirá a 40 euros con pronto pago. “Vamos a ser razonables. La obligación legal empieza el día 1, pero entendemos que el mercado puede estar saturado en los primeros días”, señaló Cremades, confiando en que “la sociedad española, como siempre, cumplirá”.
La DGT no prevé controles específicos para verificar la presencia de la baliza, aunque advierte que, pasado el periodo de adaptación, la Guardia Civil sancionará a quienes incumplan la norma. “Vivimos en un país en el que hay que cumplir las normas”, recordó Cremades, insistiendo en que la medida busca “un uso razonable de la nueva tecnología”.
Con esta transición, Tráfico apuesta por una herramienta que no solo mejora la visibilidad en carretera, sino que también conecta el vehículo con la red de movilidad en tiempo real, reforzando la seguridad vial en uno de los momentos más críticos del año: las operaciones especiales de Navidad y Año Nuevo.
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