La primera entrega de 2023 del Informe Europeo de Sistemas de Retención Infantil (SRI), uno de los más prestigiosos del continente, desaconseja la compra de un modelo de sillita para el coche por la presencia de sustancias peligrosas en sus materiales.
Sus autores analizaron la seguridad, la facilidad de uso, la ergonomía y el contenido de sustancias tóxicas de 20 modelos de homologación i-Size de diferentes tamaños: 11 obtuvieron una calificación de cuatro estrellas y ocho recibieron tres estrellas.
La vigésima silla queda señalada. En el último apartado de análisis, se detectó que “el material de la funda de la silla Besafe iZi Twist M está contaminado con naftalina, una sustancia sospechosa de ser nociva. El informe la califica con una estrella y concluye que el modelo “no se recomienda”.
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Por primera vez, el informe, en el que participa la Fundación RACE, incluye solo SRI con homologación i-Size, que somete a las sillas a más pruebas y más precisas. A partir del 1 de septiembre de 2023, solo podrán comercializarse modelos de este tipo, ya mayoritarios en el mercado. Un año más tarde, estará prohibida la venta de modelos con la homologación R44/04.
Sillas homologadas: ventajas
Que los SRI cumplan con cualquiera de estas dos normativas europeas, ambas exigentes, garantiza una mayor protección a los niños y evita otros problemas colaterales.
“Esas sillas no homologadas incumplen las normas y no ofrecen garantías de seguridad: en caso de accidente, ofrecerán menos protección al niño y además los seguros podrían negarse a cubrir las posibles lesiones”, recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Por norma general, todas las que se venden en los comercios en España cumplen con esta garantía. Sin embargo, por desconocimiento, despiste o error, se pueden “adquirir sillas sin homologación en páginas web no europeas”, recuerda la OCU.
A partir del 1 de septiembre de 2024, solo se podrán fabricar y vender en la Unión Europea productos que cumplan la norma R129 i-Size, incluidas las sillas de segunda mano. Los niños podrán seguir usando, en todo caso, los asientos que cumplan la normativa anterior, que no deja de ser segura. “Como demuestran nuestros análisis, una buena silla homologada con el sistema antiguo puede ser tan segura como una homologada con el nuevo”, sostiene la OCU.
Homologación ECE R44/04
- Divide las sillas en grupos según el peso del niño: por ejemplo, el grupo 0+ es para niños de hasta 13 kilos; el grupo 1, de 9 a 18 kilos; el grupo 2/3, de 15 a 36 kilos.
- Las pruebas de impacto incluyen un choque frontal a una velocidad de 50 km/h y uno trasero a 30 km/h.
Homologación R129 i-Size
- Clasifica las sillas según la altura del menor. No hay grupos de altura predefinidos, de forma que el fabricante elige el rango de uso y lo indica en la etiqueta.
- Las pruebas de homologación incluyen el choque frontal a 50 km/h, otro trasero a 30 km/h y también una nueva prueba de impacto lateral, lo que refuerza la garantía de seguridad de la silla. Los muñecos (dummies) que se usan en estas pruebas tienen más sensores que los utilizados en la norma anterior.
- Además, es obligatorio que las sillas se instalen a contramarcha al menos hasta que el niño mida 76 centímetros, frente a la antigua norma en la que solo era obligatorio para las sillas del grupo 0+ (hasta 13 kilos).
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