La solución de Boadilla del Monte contra los peatones ‘zombis’

Con los últimos datos de siniestralidad vial consolidados, los de 2021, en España fallecieron 169 personas atropelladas en vías urbanas. De ellas, 35 cruzaban la calzada en una intersección y 44 lo hacían fuera de ellas. Otras 12 aparecieron en la vía entre vehículos aparcados; 11 caminaban por la calzada o el arcén.

Lo que las cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT) no recogen con exactitud es cuántas de ellas llevaban el móvil en la mano. En los arrollamientos urbanos, sin embargo, es cada vez más recurrente la conversión en víctima del peatón zombi, aquel que presta más atención al móvil que al tráfico.

“Tanto en ciudad como en carretera, es primordial que el peatón evite usar el móvil y escuchar música o radio con auriculares. Al distraerle, le aísla del tráfico y le hace aún más vulnerable al atropello, sostiene la DGT.

Contra los peatones ‘zombis’

Una de las soluciones posibles a la proliferación de peatones zombis es la que ensaya Metro Ligero Oeste en la ciudad madrileña de Boadilla del Monte con la campaña Desconecta, mira, cruza.

Como objetivo, la red de metro se plantea es concienciar a los usuarios más jóvenes “para que reduzcan, o incluso eliminen, el uso del móvil y los auriculares cuando se acerquen o crucen las vías por las que circulan los vehículos”.

Un problema viejo

Esta iniciativa de Boadilla del Monte no es nueva en España, ni tampoco el problema. Una encuesta de 2020 de BP, Castrol y el RACE, concluye que el 76% de los peatones admitía utilizar WhatsApp mientras cruza la calle, porcentaje que asciende al 81% en el caso de las llamadas telefónicas.

En 2016, un estudio de la Fundación Mapfre detectó que el 48% de los accidentes de tráfico urbanos se debían a despistes del peatón; de ellos, el 98% fue por culpa del móvil. 

Pero si la tecnología genera el trastorno, también puede solucionarlo. El sistema Futura Zombi, por ejemplo, se ha probado en Ibiza, Andorra la Vella, Guadalajara y Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde se instalaron en 2017.

Desarrollada por la empresa valenciana Traffic Futura, la tecnología se basa en unas balizas luminosas (y antideslizantes) empotradas en el pavimento al lado del asfalto, en la zona de espera de los pasos de cebra.

Integran luces de led rojas y verdes que advierten al peatón zombi sobre la fase en la que se encuentra el semáforo. De este modo, la luz de advertencia queda en el campo visual del más despistado.  

Un sistema similar, pero con balizas más pequeñas y redondas, se instaló en 2016 en la plaza del Quatre Cantons de Sant Cugat (Barcelona), en uno de los puntos de la localidad que regula un mayor paso de peatones. “Es una medida de prevención pura y dura”, explicó entonces el consistorio.