La conducción durante los meses más fríos está marcada por las condiciones climatológicas adversas. Ponerse al volante con lluvia, niebla o, incluso, nieve obliga al conductor a extremas las precauciones y a adaptar sus formas. También debe entender los mensajes que llegan desde la carretera: razón por la que se deben conocer todas las señales de tráfico de invierno.
La Dirección General de Tráfico (DGT) da un dato al respecto: la lluvia es una de las causas que están detrás de más del 80% de los accidentes de tráfico que se producen debido al mal tiempo. Conviene, por lo tanto, saber el significado de las señales que alertan sobre un posible peligro para cuidar la conducción.
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En este sentido, dentro del catálogo de señales de tráfico, el RACE destaca que hay algunas especialmente importantes en invierno. La primera de ellas es la P-19, una de peligro (las que tienen forma de triángulo con el borde rojo y el fondo blanco) que alerta sobre la posible presencia de pavimento deslizante.
La P-26 informa sobre el peligro de un tramo donde los desprendimientos suelen ser habituales: razón por la que muestra una montaña soltando piedras. La P-29 alerta sobre la posibilidad de sufrir viento transversal en la carretera. En ambos casos, conviene reducir la velocidad.
La siguiente de la lista es la P-33, que informa sobre la cercanía de un tramo de visibilidad reducida debido a diferentes causas (niebla, lluvia, nieve…): lo hace con el dibujo de un coche semioculto tras unas rayas. La P-34, con un copo de nieve, informa sobre la posible presencia de pavimento deslizante por hielo o nieve.
Cadenas y transitabilidad
Dejando a un lado las señales de peligro, la R-412 es la encargada de informar a los conductores que es obligatorio llevar cadenas de nieve u otros dispositivos autorizados para circular por esa vía. Y la S-21 hace lo propio con la transitabilidad en un tramo o en un puerto de montaña.
Esta señal (vertical, rectangular y de color azul) está compuesta por tres pequeños paneles. El color del primero es importante:
- Blanco: no hay restricciones.
- Amarillo: los coches deben circular a 60 km/h y los vehículos de más de 3.500 kg no pueden hacerlo.
- Verde: prohibido adelantar a los camiones de más de 3.500 kg.
- Rojo: los coches pueden circular, como máximo, a 30 km/h y con neumáticos M+S.
- Negro: circulación prohibida para todos los vehículos.
El segundo panel suele incluir señales que refuercen el primero y el tercero puede añadir el nombre del lugar a partir de donde se aplican las restricciones.
Límites de velocidad
Los paneles luminosos ubicados en los pórticos que hay sobre la carretera pueden modificar los límites de velocidad dependiendo de las condiciones climáticas. Conviene, por lo tanto, prestarles atención para ajustar el ritmo a esas nuevas restricciones temporales.
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