El embrague es un mecanismo esencial de la transmisión que permite seleccionar y engranar las marchas de la caja de cambios.
Pero en ocasiones, los automovilistas ven como el pedal que lo acciona no retorna a su posición normal y se queda sin fuerza, en una posición más baja de lo normal o incluso a ras del piso del coche.
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Se trata de una avería importante en los coches con caja de cambios manual, ya que los inmoviliza por la imposibilidad de arrancar y circular accionando el cambio de marchas.
Tres tipos de fallo
Las causas de que esto ocurra pueden ser por tres motivos. El más sencillo de solucionar es que el fallo se deba a que se haya soltado de su fijación el muelle que retiene el pedal en su posición más elevada, a la misma altura que los del acelerador y el freno.
Pero también puede ser debido a una avería en el interior del propio embrague, por lo general provocado por el plato de presión, que es el elemento que actúa sobre el disco de fricción del sistema para interrumpir la transmisión de la fuerza generada por el motor.
Por último, la pérdida de consistencia del embrague puede ser debida a que existe un fallo en la bomba hidráulica encargada de transmitir el empuje del pedal hasta este importante elemento mecánico. Y lo más habitual es que esta avería esté causada por una pérdida de líquido que disminuye su necesaria presión en el interior del circuito.
En algunos modelos de automóvil el sistema hidráulico del embrague está a su vez accionado por un cable de acero conectado al pedal, un elemento que con el uso también puede dañarse, bloquearse o romperse, provocando que el pedal se quede inerte.
Inspección desfavorable
Si se da el caso de que el pedal de embrague no vuelve por sí solo, lo primero que hay que hacer es observar si retorna poco a poco a su posición normal. Y si es así, será un indicio de que el fallo proviene del emisor o el receptor del dispositivo de control hidráulico del embrague.
En cualquier caso, ante cualquier fallo de este tipo es totalmente desaconsejable intentar circular con el vehículo, por la falta de seguridad que ello supone pero también en prevención de provocar averías mayores. Lo mejor ante esta situación será estacionar el coche en algún lugar seguro y recurrir a los servicios de asistencia en carretera para su traslado a un taller donde poder reparar la avería.
El correcto mantenimiento del embrague es fundamental para el funcionamiento y la buena conservación del motor y, al ser un elemento que se desgasta con el uso, requiere ser revisado periódicamente. Además, hay que tener en cuenta que un embrague defectuoso o desgastado podrá ser motivo de una valoración negativa a la hora de pasar la ITV.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.