Los jóvenes se han ido incorporando cada vez en menor medida a la conducción durante los últimos años en España, con un estancamiento en torno a los 26 millones de conductores durante la pasada década. Se maneja mucho el concepto de su desinterés por el automóvil, aunque en realidad este fenómeno podría achacarse en buena medida a otros condicionantes como la falta de tiempo o de recursos. Es la conclusión más destacada del estudio realizado por la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD) a través de 1.200 encuestas entre la población española con edades entre 16 y 24 años.
Más información
El 37,2% de los jóvenes en esa franja de edad carece de carnet de conducir y lo argumentan por la falta de tiempo para su obtención (42,9%) y el elevado precio de la gestión (34,1%). Una percepción que se mantiene entre los que ya han obtenido el permiso de conducir, puesto que el 53,9% de ellos declara que les resultó excesivamente caro y el 25,6% asegura haber encontrado dificultades burocráticas en el procedimiento.
Si bien dos tercios de los jóvenes españoles están autorizados para la conducción, la propiedad del automóvil se presenta como una cuestión bien diferente. Se trata de automovilistas que se decantan por otras opciones de movilidad, por lo general compartida de uno u otro modo: el 61% de los encuestados utiliza un coche de otra persona de su hogar, el 11,5% recurre a plataformas de vehículos compartidos, el 6,1% a empresas de alquiler y el 23,6% lo pide prestado en caso de necesidad a un amigo o conocido.
En este contexto, la plataforma que aglutina a las autoescuelas que ofrecen formación teórica en formato digital expresa su preocupación por las consecuencias que podría tener para los jóvenes españoles la entrada en vigor del Real Decreto impulsado por la Dirección General de Tráfico (DGT), que obligaría a los aspirantes a recibir un mínimo de ocho horas de clases presenciales para poder presentarse al examen. Una modificación legislativa que estaba prevista para el pasado día 1 de este mes de julio pero que se encuentra en suspenso por la formación del Gobierno.
Los datos que manejan desde PAD apuntan a 5,6 millones de jóvenes afectados por un incremento en torno a 450 euros por cada alumno en la obtención del permiso. En esta cantidad se incluyen cerca de 200 euros por el sobrecoste de las clases, correspondiendo el resto de la subida a los gastos de los desplazamientos que deberían asumir los aspirantes a conductores.
Para esta plataforma, el Real Decreto afectaría especialmente a los los municipios con menos de 5.000 habitantes, donde la implantación de autoescuelas físicas es muy escasa.
Los encuestados del estudio realizado por la agencia de investigación sociodemográfica 40db aseguran que prefieren una formación teórica a distancia por motivos económicos (77,3%), la flexibilidad de horario y ubicación (57,9%) y el aprendizaje a ritmo personalizado (21,4%). Con todo ello, no es de extrañar que el 66,6% consideraría injusta la aplicación del Real Decreto que obligaría a esas clases presenciales durante ocho horas.
La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) no comparte en absoluto los argumentos de las plataformas digitales, al asegurar que no se produciría encarecimiento alguno puesto que las clases presenciales ya se encuentran incluidas en el precio de la matrícula que pagan los alumnos. Además, sus datos señalan que el 100% de la población española tiene disponible una de las 9.000 autoescuelas de su asociación en un radio máximo de 7,8 kilómetros de distancia.
En el mismo sentido, la CNAE estima que en los núcleos de población pequeños son mayores los problemas de conexión digital de calidad para una formación a distancia que los propios del desplazamiento a las aulas de las autoescuelas.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram