Entre las cosas que un conductor necesita para afrontar un trayecto en verano no pueden faltar unas gafas de sol e hidratación. En repetidas ocasiones, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha hecho especial hincapié en los nefastos efectos que la deshidratación tiene en conducción. Sin embargo, llevar una botella de agua en el coche puede ser más peligroso de lo que parece.
Es de sobra conocido que una botella de vidrio puede provocar un incendio porque el cristal magnifica la luz del sol: el mismo principio se aplica a las botellas que están llenas de agua cuando se dejan en un coche. Actúan como una lupa y, por lo tanto, puede concentrar los rayos en un punto del habitáculo llegando, incluso, a provocar un incendio.
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El efecto lupa de la botella de agua
Sobre este fenómeno han advertido los bomberos cuando llegan los meses más cálidos. Concretamente, los de Midwest City (Oklahoma, Estados Unidos) han explicado el riesgo que implica dejar una botella de agua en un vídeo. En él, han demostrado cómo puede prender una hoja de papel y han advertido que puede pasar lo mismo con otros materiales inflamables.
Cabe recordar que, según la DGT, si un coche pasa 2,5 horas al sol sin ventilación o climatización, la temperatura del interior puede ser un 88% mayor que la del exterior. Razón por la que algunos elementos (metálicos, plásticos y cueros) pueden superar los 70 grados, el reposacabezas puede llegar a los 67 y los asientos a los 54.
La botella de agua y el efecto elefante
A esto hay que añadir que una botella mal colocada puede ser, también, un peligro para el conductor y sus acompañantes. Si un coche circula a 60 km/h y frena de golpe, una botella de un litro tendría una fuerza equivalente a 60 kilos.
Esto se produce por el efecto elefante: los objetos sueltos multiplican el valor de su masa convirtiéndose en proyectiles. Por ello, las botellas tienen que ir en un portavasos, en un hueco portaobjeto o en la guantera.
Un riesgo para la salud
No deben ir sueltas por otra razón más. Si la botella de agua se cae y llega a la zona de los pedales, es posible que bloquee alguno de ellos interfiriendo peligrosamente en la conducción.
Y, por último, hay que tener en cuenta que una botella llena de agua que supere los 50 grados puede ser, también, un riesgo para la salud. Si un microorganismo llega al agua, se puede reproducir con rapidez y la persona que beba, puede caer enferma.
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