Usar jabón como sustituto del líquido limpiaparabrisas puede parecer una solución rápida y económica, pero en realidad es una práctica que puede dañar tanto el vehículo como la seguridad al volante.
Los jabones domésticos no están formulados para limpiar cristales de forma eficiente en condiciones de conducción, y pueden dejar residuos que dificultan la visibilidad.
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Jabón como líquido parabrisas
Uno de los principales problemas es que el jabón genera espuma y residuos grasos que se acumulan en el parabrisas. Esto puede provocar reflejos molestos con la luz solar o los faros de otros coches, reduciendo la visibilidad y aumentando el riesgo de accidentes. Además, es doblemente peligroso porque en climas fríos, el jabón no tiene propiedades anticongelantes, lo que puede hacer que se congele en los conductos del sistema limpiaparabrisas.
Otro riesgo importante es el daño al sistema del vehículo. Los jabones pueden corroer las gomas, obstruir los conductos y dañar las bombas del sistema limpiaparabrisas. A largo plazo, esto puede generar averías costosas que se podrían evitar usando productos diseñados específicamente para esta función.

¿Y si uso agua del grifo, qué?
Usar solo agua del grifo como líquido limpiaparabrisas tampoco es recomendable porque contiene minerales que pueden dejar manchas, residuos y marcas en el parabrisas, afectando la visibilidad.
Además, el agua no tiene propiedades limpiadoras ni anticongelantes, por lo que no elimina eficazmente la suciedad, insectos o grasa, y puede congelarse en invierno, dañando el sistema del vehículo.
¿Entonces? En conclusión, para mantener una visión clara y proteger los componentes del limpiaparabrisas, es mejor usar productos diseñados específicamente para esta función.
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