Síndrome de la autocervecería: un hombre se libra de una multa tras conducir bajo los efectos del alcohol

Si un conductor sufre esta extraña enfermedad, es posible que dé positivo sin haber ingerido bebidas alcohólicas.

alcohol

Un hombre sopla un etilómetro en un coche.

¿Es posible dar positivo en alcoholemia sin haber bebido? Durante un tiempo se extendió un rumor que afirmaba que esto podía ocurrir si un conductor hacía la prueba de aire espirado tras haber usado enjuague bucal, algo que ha sido desmentido. Sin embargo, resulta factible si la persona en cuestión sufre el síndrome de la autofermentación, también llamado de la autocervecería.

Corría el año 2019 cuando el protagonista de esta historia, que prefiere mantenerse en el anonimato, fue interceptado por las autoridades de Tráfico: dio positivo y fue condenado por conducir bajo los efectos del alcohol a pesar de dejar claro que no había bebido.

En abril y mayo de 2022 volvió a ocurrir. El resultado arrojó un 2,09% y 1,63% de alcohol en sangre, respectivamente. Atendiendo al baremo que emplean en Bélgica, país donde han tenido lugar los hechos, esto supone la ingesta de entre ocho y 14 copas en el caso de los hombres.

Una vez más, aseguró que no había bebido: el día anterior sólo había tomado un par de cervezas. A pesar de ello, tuvo un par de accidentes de tráfico y en ambas ocasiones le retiraron el carnet de conducir durante 15 días. ¿Qué estaba ocurriendo?

Recurrió a la medicina y pudo demostrar ante la justicia que padece el síndrome de la autofermentación. El juez le ha absuelto y rechazó la petición de la Fiscalía: declararlo incapaz para conducir. Eso sí, el conductor deberá tomar medidas (como instalar, de manera voluntaria, un alcoholímetro antiarranque) y si vuelve a ser sorprendido bajo los efectos del alcohol, será castigado.

¿Qué es el síndrome de la autofermentación?

El síndrome de la autofermentación (conocido como ABS por sus siglas en inglés: auto-brewery syndrome) es una enfermedad que transforma el cuerpo humano en una cervecería. Los hidratos de carbono consumidos por la persona se fermentan produciendo alcohol dentro del sistema digestivo, razón por la que puede generar síntomas de embriaguez sin haber bebido.

Se identificó por primera vez en los años setenta y lo cierto es que es una dolencia tan poco frecuente como misteriosa. Tanto es así que los investigadores todavía no conocen su origen concreto.

Sí saben que el síndrome de la autofermentación se atribuye al crecimiento excesivo de ciertas cepas de levadura u hongos en el sistema digestivo: sobre todo en el intestino delgado. Normalmente, estos microorganismos facilitan a la digestión, pero debido a esta enfermedad se vuelven hiperactivos y convierten los carbohidratos en alcohol.

Una enfermedad imprevisible

Diagnosticar el síndrome de la autofermentación es difícil y largo. Es, además, una enfermedad que tiene otras consecuencias como los problemas digestivos y la alteración del estado de ánimo.

No en vano, los episodios son imprevisibles y, por ello, alteran todas las facetas de la vida de quien lo sufre. Y a esto hay que añadir que, muchas veces, se confunde con el excesivo consumo de alcohol, lo que puede dar pie a problemas sociales y legales.

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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