La Dirección General de Tráfico (DGT) no solo vigila las infracciones en movimiento. Incluso con el coche aparcado, los conductores pueden enfrentarse a multas sorprendentes. Desde estacionar en lugares prohibidos hasta tener la ITV caducada, la normativa es estricta y las sanciones, variadas.
La mejor manera de evitar multas es conocer la normativa, mantener el coche en buen estado y respetar las señales. La DGT ofrece información detallada en su página web, y además, consultar la normativa local también es fundamental para evitar sorpresas incluso con el coche aparcado.
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Aparcamiento
Aparcar en zonas de carga y descarga, plazas para personas con movilidad reducida o sobre la acera son infracciones graves. Las autoridades no hacen excepciones, y las multas pueden ser elevadas, además de la posible retirada del vehículo por la grúa municipal.
Ausencia de ITV
La ITV caducada es otro motivo de sanción, incluso si el coche no se ha movido desde que se paso la última inspección. La responsabilidad de mantener la documentación al día recae en el propietario, y la DGT no perdona descuidos.

Acceso reservado
Las zonas de acceso restringido en centros urbanos también son motivo de multa. Además, aparcar en ellas sin autorización, incluso con vehículos ecológicos en plazas reservadas, puede salir caro. Es muy importante conocer la normativa local respecto a estas restricciones y respetar las señales.
Coche arrancado
Dejar el motor encendido innecesariamente, incluso aparcado, también es sancionable. La administración lucha contra la contaminación, y esta práctica contribuye al problema. Además, algunos municipios limitan el tiempo de estacionamiento en la vía pública, y excederlo acarrea sanciones.

Neumáticos y matrícula
El estado de los neumáticos y la ausencia de la placa de matrícula son otras infracciones que se pueden sancionar incluso con el coche estacionado. La seguridad es primordial, y la DGT no tolera descuidos en estos aspectos.
Documentación e inhibidores
La falta de documentación obligatoria, como el permiso de circulación o el seguro, también puede generar multas, incluso si el coche no se ha movido. Una inspección policial puede destapar esta negligencia. Por último, la instalación de inhibidores de radar es una infracción muy grave, incluso con el coche parado. Esta práctica se está persiguiendo con mano dura.

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