El sistema eléctrico de los vehículos tiene un eje principal que permite su correcto funcionamiento: la batería. Su función principal es suministrar la energía necesaria para arrancar el motor, pero también alimenta sistemas como las luces, el cierre centralizado o el infoentretenimiento. Sin ella, el vehículo no es capaz de cobrar vida.
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Cuando un coche no arranca, lo más habitual es que la batería se halla descargado o que esté dañada. Este componente, de forma rectangular y aspecto robusto, que se suele encontrar en el hueco del motor, es capaz de almacenar la energía mediante una reacción química interna. Gracias a ella, se genera la chispa que enciende las bujías y se activan todos los sistemas eléctricos del vehículo.
Su funcionamiento, de manera muy somera, se basa en una mezcla de agua destilada y ácido sulfúrico que reacciona con unas placas de plomo de su interior. Esta reacción produce la corriente eléctrica que alimenta todos los elementos del coche. Aunque su vida útil ronda los cuatro o cinco años, un mal uso —como dejar las luces encendidas o no arrancar el coche durante semanas— puede acortar su duración. Y si la batería falla, siempre y cuando se halla descargado, saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre seguir circulando o quedarse tirado.
El coche no arranca
Como se ha comentado, en la mayoría de las ocasiones que no se puede poner en marcha el automóvil, la responsable es la batería. Pero para estar seguro y eliminar cualquier otro problema mecánico de la ecuación, se deben seguir estas recomendaciones:
- El vehículo produce un chasquido al intentar ponerlo en marcha
- Aunque el motor de arranque gira, no es capaz de arrancar
- El testigo de las luces parpadea o se queda apagado
- La luces delanteras no se encienden o la intensidad es muy baja
Sí, se poseen mayores conocimientos y la herramienta necesaria (un voltímetro) se puede medir el voltaje de los polos de la batería. Si estos están por debajo de 12 voltios, se debe recargar o cambiar. El voltaje óptimo de una batería en perfecto estado se sitúa entre los 12,5 y 12,9 voltios.
Arrancar empujando
En los automóviles de hace años era mucho más sencillo arrancar un coche si fallaba la batería. Al contar con menos electrónica y cambios manuales solo hacía falta que un par de personas se situaran tras el coche y lo empujaran, ayudados a ser posible por una pendiente.
Dentro, el conductor, con la segunda marcha engranada y el contacto activado, soltaba el embrague abruptamente al alcanzar los 8 -10 kilómetros por hora y el coche volvía a la vida. Esta maniobra todavía se puede emplear en ciertos modelos actuales.
Arrancar con cables
Otro truco que ayuda a poner en marcha el vehículo es el de conectar el coche que no arranca a otro con la batería en perfecto estado a través de las clásicas pinzas. Para ello es necesario colocar un coche al lado del otro sin que se lleguen a tocar. Se pone en marcha el automóvil que auxilia y se encienden las luces para evitar picos de tensión.
La forma de de conectar los cables es fundamental. Hay que seguir este esquema: el cable positivo (rojo) del coche auxiliar en el borne positivo de su batería. El otro extremo del cable positivo (rojo) en el borne positivo de la batería descargada. Después el cable negativo (negro) del coche auxiliar en el borne negativo de su batería y el otro extremo del cable negativo en el borne que queda libre. Algunos modelos tienen un terminal fuera de la batería para conectar este último cable, por lo que habría que mirarlo antes.
Arrancador
El arrancador es un dispositivo electrónico portátil que se conecta a la batería mediante pinzas. Son varias las características que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un arrancador de baterías. Estas son las principales:
- Intensidad de corriente (Amperios): es decir, el golpe de corriente para que el motor comience a girar. Hay incluso opciones hasta de 2.500 A.
- Tensión de salida: se refiere a los voltios y generalmente los coches funcionan con 12v.
- Tamaño: hay algunos que incluso caben en la guantera y otros más grandes, de tipo maletín.
- Capacidad de batería: cuantos más mAh (miliamperios por hora) tenga, más tardará en descargarse.
- Tipo de batería: la de litio es la más recomendada, aunque también existen de ácido de plomo.
- Tipos de conexiones: generalmente incluyen dos entradas de USB y otro diferente, como el tipo C.
- Funcionalidades: linterna, pantalla, brújula y posibilidad de recargar otros dispositivos, entre otras.
- Seguridad y protección: contra cortocircuitos, sobrecalentamiento, sobretensión, carga inversa…
De todas formas, no está de más señalar que, como cualquier producto, el mejor dependerá de las necesidades del usuario. No es lo mismo tener un coche grande y vivir en un lugar frío que contar uno pequeño en una zona cálida. En relación a los precios, en general, están en un abanico de entre los 50 y los 100 euros.
¿Cómo funciona el arrancador portátil?
Recargar una batería es una operación sencilla, pero siempre se deben mantener todas las precauciones, pues no hay que olvidar que se está manipulando electricidad. Lo importante es que las pinzas, tanto la positiva como la negativa, no se toquen cuando el arrancador está encendido. El paso a paso es este:
- Insertar los cables en el compartimento del arrancador.
- Enganchar las pinzas. Generalmente se recomienza colocar primero el rojo (positivo) y luego el negativo (negro). Deben sujetarse firmemente.
- Arrancar el coche con la llave (o botón de arranque).
- Finalmente, cuando el motor ya está en marcha, se deben quitar sin prisas las pinzas del arrancador de la batería en orden inverso al que se han conectado.
- Y en cuanto sea posible, recargar el arrancador para utilizarlo cuando se precise la siguiente vez.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.