Los 50 estados que componen Estados Unidos recomiendan que se utilice el casco mientras se conduce una moto. Sin embargo, hay territorios que lo exigen en menores de 21 años, otros que lo obligan en los pasajeros y un reducido grupo que lo impone a todos sus conductores. Son 31 los Estados que conceden a los adultos la opción de usar o no protección para la cabeza.
En el Estado de Connecticut no es obligatorio el empleo del casco en sus carreteras. Sus motoristas todavía quieren disfrutar de la libertad que ganaron en 1976, cuando la Asamblea General derogó la ley que obligaba a hacer uso del casco. Ahora, en cambio, el senador Martin Looney quiere que la gente lo utilice.
Donantes de órganos
Para lograrlo, Looney presentó el Proyecto de Ley del Senado N.º 96. Esta norma, aún sin aprobar, establece que las personas muertas en un accidente de motocicleta deben donar sus órganos si viajaban sin el casco.
Esta iniciativa, además, ha puesto el foco en la órbita privada de Looney. El propio senador recibió en 2016 la donación del riñón que tanto necesitaba (debido a una enfermedad hereditaria) y que, según sus propias palabras, le cambió la vida.
Para él, el proyecto de ley “es una declaración para resaltar tanto la necesidad de la seguridad de los motoristas como la necesidad de que más personas elijan la opción de tener sus órganos disponibles para trasplantar en el momento de su muerte. Hay muchos órganos sanos enterrados que podrían haber transformado otras vidas”.
Voces críticas
Aunque la iniciativa del senador Looney ha levantado el aplauso de infinidad de asociaciones y particulares, lo cierto es que también ha habido voces críticas. La principal ha sido la de la Asociación de Motociclismo Americana (AMA), que incluso creen que esta medida podía ser ilegal.
Mike Sayre, director de Relaciones Gubernamentales de la AMA, ha declarado: “El proyecto de ley muestra un gran desprecio por los amantes de las motos. La donación de órganos es una causa noble que regularmente salva las vidas de infinidad de personas en todo el país, pero la decisión de convertirse en donante es profundamente personal, algo que esta legislación les quitaría a los motociclistas”.
Además, insistió en que se cruzan ciertas líneas rojas que no deberían imponerse: “Este proyecto de ley no solo es un insulto para los motociclistas, sino que también viola la libertad religiosa de aquellos cuya fe prohíbe la donación póstuma de órganos, y es claramente una violación inconstitucional de la autonomía corporal de cualquier estadounidense”.
Marcha atrás
Tras unas semanas en las que la escalada de declaraciones ha enfrentado a detractores y partidarios, parece que el senador Martin Looney ha decidido retractarse. Ha declarado que el proyecto de ley que presentó en la cámara estatal en enero tenía la intención de ser una exposición de los hechos, y no la intención de convertirlo en una ley.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.