Hace una semana se conocía la hoja de ruta de Honda para las próximas dos décadas. El gigante japonés anunciaba que su futuro pasa por la electrificación y el hidrógeno. La noticia expresaba el interés de la compañía en que los motores de combustión interna desaparezcan de su catálogo. Así, quieren lograr que el 100% de las ventas globales para 2040 sean vehículos eléctricos y de celda de combustible.
Su apuesta, hasta entonces, serán los modelos híbridos. En los próximos años, Honda lanzará más vehículos híbridos a nivel mundial para satisfacer la creciente demanda de modelos con mayor eficiencia de combustible. Esta apuesta por la electrificación y el hidrógeno parecía que iba a afectar a todos los vehículos de la marca, aunque este punto no es del todo cierto.
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Responsables de la firma del ala dorada en España han confirmado a EL MOTOR que las motocicletas se quedan fuera de este plan de trabajo. Han recalcado que, aunque la intención de la compañía es su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones, llegando a la neutralidad de carbono, las motocicletas, por sus características especiales, van a continuar empleando motores de combustión interna más allá de 2040.
La intención de la compañía japonesa es que durante la década de 2040 los propulsores de sus motocicletas vayan adaptándose al camino marcado: electrificación e hidrógeno. Aunque dispondrán de unos años más de prórroga que los de los automóviles. Durante ese tiempo, los biocombustibles, por ejemplo, ayudarán a rebajar significativamente la huella de emisiones de los motores de gasolina.
¿Las motos contaminan menos que los coches?
Aunque la contaminación generada por los modelos de dos ruedas y los coches depende de diversos factores, incluyendo el tipo de vehículo, su eficiencia energética, y las normativas de emisiones a las que están sujetos, en principio las motos cuentan con algunas ventajas. Por ejemplo, son más eficientes en términos de consumo de combustible y emisiones de dióxido de carbono (CO₂), que los coches.
Además, también son menores las emisiones de NOX y partículas en las motocicletas, respecto a otros medios de transporte, cumpliendo con la homologación europea específica para este tipo de vehículos, que cuenta con unas etapas diferentes a la de los turismos.
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