La Guardia Civil, más silenciosa que nunca

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) es un cuerpo de la Guardia Civil creado en 1988. Se encarga de velar por la conservación de la naturaleza y los recursos hídricos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con el medioambiente.

Para continuar con esta labor acaba de recibir 157 motocicletas eléctricas, para dar ejemplo en la lucha contra las emisiones de CO₂ y para la reducción de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

También hace unos días, se conocía que la Guardia Civil ha incorporado 186 nuevos automóviles para, al igual que con las motocicletas, modernizar su flota con modelos menos contaminantes.

Fuerte inversión

La adquisición de estas motos ha supuesto el desembolso de 2,1 millones de euros de las arcas públicas, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se encarga de canalizar los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis de la covid-19 y, a través de reformas e inversiones, construir un futuro más sostenible.

La Guardia Civil ha informado, tras la recepción de las primeras unidades, de lo que representa tal inversión: “Esta cantidad supone un aumento del 16% de la flota de estos vehículos y es la adquisición más numerosa que se ha hecho por un cuerpo policial en España”.

Zero FX ZF 7.2

La motocicleta elegida para las patrullas del SEPRONA ha sido la marca estadounidense Zero Motorcycles. En concreto, su modelo FX ZF 7.2, que aúna un carácter todoterreno con su facilidad de conducción, al no ser tan críticas en su rango de utilización como los modelos de enduro con motor de gasolina.

La batería que monta es la más potente y con mayor densidad energética del segmento de las motocicletas eléctricas. Dispone de una capacidad máxima de 7,2 kWh que se traduce hasta 146 kilómetros de autonomía en ciudad, 63 en utilización por autopista y 87 en uso combinado.

Esta Zero está equipada con un propulsor eléctrico que entrega una potencia de 33 kW (44 CV) y un par motor de 106 Nm. Por su parte, la velocidad máxima es de 137 km/h. Además, incluyen un equipo policial específico con parrilla trasera y bolsa de transporte, pilotos y sirena policial, protectores de puño y defensa de protección de bajos y laterales.

El portavoz de la Guardia Civil ha declarado: “Es una motocicleta que destaca por su agilidad, su economía de utilización y la ecología de su funcionamiento. Al ser especialmente silenciosa, es idónea para la mayoría de los servicios del entorno rural”.